El III Festival Con-Vivencias dio su primer paso

Una apertura sencilla, pero poniendo en valor el completísimo programa de este año. Una primera obra que da voz a las mujeres negras y nos hace reflexionar sobre la necesidad del feminismo. Una buenísima asistencia para el primer paso de este año. Así resumo lo que fue el día de inauguración del III Festival de Teatro Social Con-Vivencias.

Presentando la III edición

Ayer, jueves 8 de junio, en El Umbral de Primavera, el III Festival Con-Vivencias abría el telón.  La presentación inicial corrió a cargo de Ofelia Oliva (Coordinadora) y Virginia Fernández (Promotora). Ellas presentaron el grueso del Festival. Y, para abrir boca, proyectaron (no sin ciertos problemas técnicos que dicultaron disfrutarlos bien) los trailers promocionales por temáticas.

Tras esto, una de las nuevas socias de Orbita Diversa leyó un texto poético, de autoría propia, basado en la obra «Esperando» de Orbita Diversa (creado tras verla un jueves en un encuentro de la asociación en La Mala Mujer). Un texto que hablaba sobre los diferentes momentos de “espera” de las mujeres actuales.

Después, entro en escena Matteo Ricci (Programador), para presentar algunas de las propuestas que se podrán disfrutar en estos primeros días. Además, aprovecharon la presencia de varias personas de propuestas del festival, para que las presentasen ellas mismas.

Para cerrar, un texto homenaje a Gloria Fuertes, realizado por mujeres de varias entidades​ colaboradoras. En él se relataba su vida, resaltando la lucha y los hitos importantes de su figura como persona, más allá de la ya conocida como poeta.

La primera obra del Festival Con-Vivencias 2017

Tras la presentación, se dio pasó a la obra de apertura. Este hecho, aunque él Con-Vivencias sea un Festival “pequeño”, siempre resulta algo a tener en cuenta. Porque la elección de quién abre la veda nunca es al azar. Y es que puede marcar el nivel en el que se moverán el resto de propuestas.

Para la ocasión, la organización quiso contar con la obra “Para Nenas Negras que han considerado el suicidio, cuando el Arcoíris es suficiente”. Esta obra es una adaptación de Alaya Theater Group, de un texto homónimo de la poeta estadounidense Ntozake Shange. Con ella, el público (que dicho sea de paso, llenaba la sala) nos trasladamos a los EE.UU. de los años 50 y 60. Viaje realizado a través de relatos y monólogos poéticos sobre la realidad de la mujer negra de la época.

Artísticamente es una propuesta sin grandes alardes escenográficos. A penas unas sillas y taburetes y una tela blanca de fondo. Por otra parte, hace uso de monólogos poéticos y relatos narrados (a veces realizados a coro), intercalados y acompañados de música (a resaltar la potente voz de las actrices) y danza. Con esto, casi da la impresión de querernos meter en un encuentro de «amigas», quizá algo clandestino. Un espacio en el que pueden compartir sus reflexiones y vivencias más profundas y oscuras. En definitiva, un espacio de libertad.

Esto último, unido al perfil de mujer y negra, es el aspecto social de la obra. Los textos incitan a reflexionar y dialogar (al salir del teatro, porque la propuesta no lo incluye) sobre esa doble opresión. Una opresión que no deja de ser violencia de género. Y es esta idea lo que saca un hecho a relucir. Porque uno se da cuenta que la realidad de estas mujeres negras afro-americanas de mitad del s. XX, no está tan alejada de una mujer blanca europea, en la actualidad.

Como conclusión, diré que tenemos una obra teatral que me resulta necesaria ver dos veces. Así, se podrá tomar buena cuenta de la cantidad de detalles escondidos en los textos poéticos. Pero es una propuesta necesaria, ya que empodera a la mujer al poner su voz en escena. A la mujer, además, negra. Una doble característica que quizá tiene escasa visibilidad y presencia artística, sobre todo como protagonistas.

Recogiendo impresiones y testimonios

Al igual que el año pasado, me salió la vena de “reportero dicharachero”. Por eso, quise aprovechar la ocasión para recoger testimonios en vivo y en directo. Y, en esta ocasión entreviste a 3 perfiles: organización, artista programado y público especializado.

De la organización estuve charlando con Virginia, previamente al arranque. Al preguntarle por cómo se sentía, comentó que “estaba emocionada y con ganas de disfrutar tras el trabajo realizado”. Además, indagué sobre el trabajo organizativo de este año. Así, me contó que habían recibido multitud de propuestas, y la selección “había sido compleja, pero se buscó encajar en cada espacio el contenido que mejor se adaptase a su programación habitual”. Por último, me explicó que en esta III Edición esperaban “que haya mayor respuesta del barrio y de los colectivos que en él conviven, para aumentar el diálogo”.

Por otra parte hablé con Juan Madrid, miembro de Halka Cuentos Universales. Este colectivo de Narración Oral, lleva la programación del género en La Escalera de Jacob (jueves – 20:00 h.). A través de él, que conoce al equipo organizador, propusieron “encajar en el festival una propuesta que ya funciona desde noviembre”. Pero surge, sobre todo, “por el propio aspecto social que tiene el acto de contar historias”. Además, charlamos sobre el potencial del festival para el barrio. Sobre esto, consideraba que “el barrio se tiene que empoderar y recuperar el protagonismo cultural que tiene”. Y, además, que “genera un espacio de comunicación a través del Teatro Social, que interpela al diálogo, el debate y la reflexión de los problemas cotidianos”.

Por último charlé con Zósimo Yubero, uno de los promotores de TOMA Teatro, otro evento de Teatro Social que se celebra en mayo en el barrio. Sobre la confluencia del festival con su proyecto, comentó que «el Con-vivencias es un festival que complementa y conjuga perfectamente, aunando fuerzas al TOMA, un evento de corte más formativo». Además, quise saber su opinión desde el punto de vista de público. Así, cría que «este Festival saca a relucir el Teatro Social como una potente oferta de ocio en el barrio. Además de reflexiones sobre su propia realidad y diversidad».

Esto no ha hecho más que empezar

Dicho todo esto, poco puedo añadir. Que me alegro del buen arranque, con una buena asistencia. Que espero que sea la tónica general en los próximos días. Y que quedáis más que invitados e invitadas a pasaros, para disfrutar y reflexionar con buen Teatro Social.

Quedan más de 30 propuestas y espectáculos. Así que oportunidades tenéis de sobra. Por la parte que me toca, yo este fin de semana estaré por varias citas. Así que, si vais, es más que probable que nos encontremos.