Una red bien tejida que permita impulsar una mayor presencia de las artes escénicas inclusivas. Una visión común que facilite el camino a construir conjuntamente. Una pregunta que se quedó «sin respuesta clara», pero que marcó el inicio del trayecto. Todo esto me sale responder al preguntarme mi parecer sobre la mesa de trabajo «Artes Escénicas» del DYA F 2015 de la FNAD.
Un par de días después de mi anterior post, llega el prometido. Para no haceros esperar más y que lo comentado no se quede olvidado. Porque hoy toca dejaros con ese segundo post que se generó al volcar la información recopilada en el evento al que asistí el pasado sábado como blogger colaborador.
Algunas reflexiones de los invitados/as
Como comentaba en el anterior post del #DYAF, me resultaba interesante detenerme y extenderme en la mesa de trabajo de Artes Escénicas, ya que anoté diversas reflexiones que daban para analizar por separado. A pesar de que se ejecutó más una presentación de las personas invitadas que un debate, si que hubo oportunidad de recopilar varias perlas que invitan a reflexionar.
Una de las primeras en intervenir, fue Sonia Viñas (Subdirectora Fundación Universia), que comento «la necesidad de pasar de la inclusión a la participación. De sujetos pasivos a activos en todos los sentidos» en referencia a las personas con discapacidad dentro de la vida artística y cultural.
Por otra parte, Rosario Calleja (Directora adjunta del Teatro Español) nos dejó su potente experiencia de que ella fue consciente de tener en cuenta las personas con discapacidad cuando, en un simulacro de incendio, una persona sorda se había quedado dentro del edificio. Y, tras eso, resultó realmente interesante su reivindicación en torno a que, mayor inversión financiera en estos proyectos de poco servirá en un futuro si no se apuntalan pilares que solucionen lo que «nos hace daño». Es decir, tener en cuenta la inclusión desde el minuto cero de la reconstrucción para que la estructura esté mejor asentada.
Otra presencia que aportó una buena reflexión fue la de Rafael Linares (miembro del equipo de Tu Escena). Este proyecto ya le conocía (soy usuario de su plataforma) y siempre me pareció un hecho curioso en ella: que en los criterios incluían aspectos emocionales para clasificar las obras. Pues bien, este aspecto fue lo que el resalto de la plataforma, al comentar que en ella no existe una diferenciación de propuestas. Porque para ellos todas tienen en común que emocionan. Por eso la plataforma no es inclusiva per se, ya que igualan y unen en base a ese criterio más amplio para cualquier propuesta artística.
En cuanto a la participación de compañías en esta mesa, fue muy potente la reflexión de Manu Medina (Director de Cía. Paladio Arte) que expresó su visión sobre la igualdad entre personas con discapacidad y no, ya que él «no vende igualdad. El vende actores y actrices. Vende un espectáculo profesional».
Un escaso debate con varias perlas
Ya dentro del momento más de debate y participación del público salieron algunas otras. Tomi Ojeda (actriz de la Cía ¿Porqué no mujeres sin más?) expresó: «no quiero que me incluyan, porque ya pertenezco». Otra asistente planteo la propuesta de «gratuidad (y no descuento) en la entrada de las persona de apoyo, lo que fomentaría la asistencia y el acceso de personas con discapacidad a las artes escénicas como público».
Por último, en una nueva intervención de Rosario Calleja, pudimos saber que el personal de acomodadores del Teatro Español está formado por personas con discapacidad. Ella resaltó que «no es algo que suelo comentar mucho y no me gusta la idea que el público lo sepa, porque el servicio tiene que ser igual de profesional».
¿Con qué me quedo?
A parte de lo ya planteado en el inicio del artículo, este último aspecto comentado me generó mucho interés ya que yo he sido preparador laboral y, en más de una ocasión me he planteado lo oportuno de la inclusión de las personas con discapacidad en el mundo artístico y cultural desde otros roles, que no fueran el de estar sobre el escenario. Además, siempre me ha rondado la idea de generar proyectos formativos de inserción laboral de este colectivo en este tipo de trabajos.
Además de esto, comentar otro par de aspectos. Primero, que quizá la mesa redonda no sé si respondió a la pregunta planteada (¿Porqué programar artes escénicas inclusivas?), ya que en la puesta en común de las conclusiones por la tarde no pude estar presente. Pero, si que creo que hubo buenas aportaciones que invitan a seguir en el camino.
En segundo lugar, me quedo con la idea, como se dijo en su momento, de que «no se puede pensar en avanzar sino vemos el camino». Así que, resulta necesario seguir tejiendo la red en las que todos los agente estén presentes para que se pueda encontrar el objetivo común, la visión. De esta manera será más fácil construir y recorrer ese camino.