Un arranque con una primera ponencia marco muy potente, que levantó al público de sus asientos. Un acto de inauguración en un marco histórico, con actuación musical y que no se hizo especialmente pesado. Así resumo yo el primer día del XIII Congreso de Trabajo Social.
Comenzando el día
Ayer, a las 8:00 de la mañana emprendía viaje a al XIII Congreso Estatal de Trabajo Social. Un viaje en coche en buena compañía, que hizo corto y ameno las poco más de 3 horas que separan Madrid de Mérida.
Una vez llegado a nuestro destino, tocaba ubicarse en nuestros hoteles. De esta manera podíamos tranquilamente ir al Palacio de Congresos de Mérida. Y hacer lo primero y primordial, acreditarse como asistentes (y recibir todos los habituales “regalitos”).
Entre los regalos, destacar uno muy peculiar: una alfombrilla de ratón con una ilustración de “Las 4 fantásticas del Trabajo Social”. Yo me mostré sorprendido, puesto que reconozco me dio algo de “cosica”. Entiendo y valoro la buena idea (incluso me gusta la ilustración). Pero quizá es mejorable en su ejecución por el objetivo del regalo.
Después de esto, parón para comer y un pequeño descanso. Que por la tarde empezaba ya el evento totalmente. Un momento que se aprovechó para empezar esos reencuentros con colegas profesionales y diversas amistades que apetecía mucho ver.
El arranque del XIII Congreso de Trabajo Social
Por la tarde, a las 16:30 h., nos dimos cita en torno a 1300 profesionales del Trabajo Social en el Auditorio 1 del Palacio de Congresos de Mérida. Sobre el escenario nos esperaban Antonio Nisa (Presidente del Colegio de Trabajo Social de Badajoz) y Ana Lima (Presidenta del Consejo General).
Ambos hicieron la bienvenida a los congresistas. Unas palabras rápidas de agradecimiento por la asistencia (especialmente a la gente venida desde Latinoamérica y Caribe). Y en el que se mostró el orgullo de haber realizado un evento de tal magnitud con la coorganización de un pequeño colegio.
Y poco más dio de sí, puesto que en la noche llegaría la inauguración oficial, con su puesta de largo en el Teatro Romano.
La primera ponencia marco
Tras la bienvenida, tocaba el turno de empezar a escuchar y reflexionar sobre aspectos de la profesión. Esto se produjo con la primera ponencia marco del XIII Congreso de Trabajo Social, a cargo de Teresa Matus, Doctora en Trabajo Social de la Universidad Federal de Rio de Janeiro y Directora de Trabajo Social en la Universidad de Chile.
En su quehacer profesional, dirige diversas investigaciones en torno a la Innovación Social. Especialmente pone el foco en la innovación en políticas públicas y programas sociales. Por ello, su ponencia llevaba por título “Innovación y Gestión de la Calidad en los procesos de Intervención Social”.
Sobre su ponencia decir que fue excelente y potente (de hizo levantar al público con una larga ovación). No solo por lo que dijo, sino por como lo dijo. Tuvo una claridad de ideas magnífica y no paró de utilizar metáforas, ejemplos y similitudes. Incluso llegó a utilizar el contexto en el que estábamos, con la imagen de las ruinas como referencia para construir el discurso. Y cerró con una frase contundente y sencilla muy bien planteada. En definitiva, la considero un ejemplo a tener en cuenta en la profesión de como contar (y no explicar) unas ideas.
Por otra parte, durante la charla dejó grandes perlas (de hecho me apunté una buena lista… y me dejé unas cuantas). De todas ellas, resalto las siguientes:
- Si la intervención no reconoce los puntos ciegos, los fallos del sistema, no formamos parte de la solución, sino del problema.
- Difícilmente alguien nos va a creer que podemos transformar la sociedad si no nos transformamos nosotros mismos.
- La vulnerabilidad está en los sistemas, no en las personas.
- Innovar socialmente requiere hacerse cargo de las expectativas no cumplidas del pasado.
- Tenemos que innovar la innovación. Hay que darla un giro para no reproducir las realidades existentes.
- Tenemos que ser hacker, encontrar los fallos del sistema, para poder destruir y transformarlos. Ese es el sentido de la destrucción creativa y la innovación.
Por último, decir también que me gustó una idea que dijo, pero que estaba de fondo en toda su charla. Mostró que había que tener cuidado con la innovación, porque la derecha política también habla de «cambio social». Y que hay mucha innovación social que es solo de producto y dentro del sistema capitalista actual.
Y llegó la inauguración oficial
Tras unas horitas de descanso y disfrute, ya de noche, retomábamos actividad. A las 21:30 h. teníamos una cita en el Teatro Romano de Mérida. Una cita para hacer historia. Porque este marco inconmensurable, que tanto y tan buen Teatro ha visto en todos sus siglos de vida, por un momento daba acogida a un evento de Trabajo Social. Y gracias a ello, podremos decir que la profesión también ha dejado su huella entre sus piedras.
Para tan magno evento, en los sofás (este fue el elemento “escénico” elegido) se sentaron diferentes representantes políticos y autoridades de diversas administraciones. Y fueron saliendo al atril para hacer sus intervenciones.
El primero en hablar fue Antonio Nisa Cuesta (Presidente del Colegio de Badajoz). El comentó que el acto era la antesala de un final de 2 años de trabajo e ilusión. Además comentó que fue un reto organizativo, ya que es un colegio pequeño, periférico y con un equipo joven. Y no desaprovechó la ocasión para lanzar una crítica a los Gobiernos: que se nos deje de considerar meros gestores de recursos sociales.
Tras él, le tocó el turno a Jesús Celada Pérez (Subdirector General de Diálogo Civil – MSSSI). Este se mostró agradecido porque el evento fuese en Extramadura, ya que es una de las comunidades que más vela por la discapacidad. Además, cuestionó el poco reconocimiento de nuestra labor, especialmente en el caso de las mujeres.
En tercer lugar habló Miguel Ángel Gallardo Miranda (Alcalde de Villanueva de la Serena y Presidente Diputación de Badajoz). De este llamó la atención que en su presentación mencionaron que es Educador Social. Pero sí que personalmente me quedé frio con su intervención. Porque habló muy institucionalmente, como si no fuera del gremio.
Le tomó el testigo Antonio Rodríguez Osuna (Alcalde de Mérida). Su intervención sacó varias carcajadas. Destacó su idea de que el alma a las ciudades se la ponen las personas. Y él defendió que la labor que hacemos ayuda a construir esa alma.
Después llegó el momento de escuchar a Ana Lima Fernández. La Presidenta del Consejo General del Trabajo Social, dio valor al marco de la inauguración, ya que nos recordaba la importancia de mirar al pasado para construir el futuro. Además hizo un repaso a los diferentes temas que se tratarán en el Congreso. Y resaltó el compromiso por parte del Consejo y los Colegios por hacer un Trabajo Social político y militante.
Cerró las intervenciones Guillermo Fernández Vara (Presidente de la Junta de Extremadura). Llamó la atención su arranque saludando en catalán (de hecho hubo risas y murmullos). Esto, unido a su reflexión posterior sobre “que habían hecho mal los políticos para que hayamos llegado a la situación actual”, me dejó un regusto de que de trasfondo estaba hablando del “conflicto catalán”. Además, hizo un recuerdo a la trabajadora social de su pueblo, explicando que con ella conoció nuestra profesión. Y dijo que, tras su derrota, se dio cuenta que el cuarto pilar del Sistema Bienestar eran los Servicios Sociales.
Una inauguración con actuación musical
Pero esto no quedó ahí. Una inauguración oficial en este marco también tenía que tener arte. Y para ello disfrutamos de una actuación en acústico de Sole Giménez. Una de las voces más reconocidas a ambos lados del Atlántico, que fue cantante del mítico grupo “Presuntos Implicados” y que lleva más de 10 años de carrera en solitario.
Ella fue la que arrancó el acto con 3 canciones. Cantó una canción de Fito Páez, otra de ritmos brasileños y la última de Violeta Parra. Con ello hizo una especial referencia al público latinoamericano. Además, entre canciones, se mostró agradecida porque el evento le había dado la oportunidad de actuar, por primera vez, en este mítico espacio para el arte.
Tras esa apertura del acto, se sucedieron las intervenciones antes comentadas. Posteriormente, volvió a salir al escenario para cerrar con un par de canciones más. Aquí ya cantó temas propios en los que hizo que el público cantase a coro. Y cerrando con la mítica “Como hemos cambiado”
A pesar de todo esto, sobre la actuación, quisiera comentar un aspecto. Valoro gratamente la presencia de esta artista. Ella, como bien destacaban desde la organización, siempre ha sido una luchadora incansable de la cultura. Además ha colaborado con diferentes entidades sociales y ha recibido recientemente la Medalla de Oro de la Cruz Roja por su labor en pro de los derechos de la mujer. Pero me hago una pregunta ¿quizá no habría alguna artista que “representase” más el Trabajo Social?
Me explico con esta pregunta. Quiero decir algún o alguna cantante que quizá haya estudiado alguna carrera del ámbito social. O que haya tenido una relación más directa con la profesión, no solamente colaborando en campañas reivindicativas. En definitiva, por poner un ejemplo, pensé en Rozalén. Para mí, su propuesta artística, acompañada de una Intérprete en Lengua de Signos, muestra mucho un aspecto importante de la profesión: la inclusión. De hecho, creo que es una mezcla perfecta entre arte e intervención social.
¡Nos quedan 2 días por delante!
Con todo esto, el pescao del primer día ya estaba vendido. Pero el Congreso sigue. De hecho, por la parte que me toca, hoy tendré todos los espacios en los que participaré activamente: el Taller de Blogs, la presentación de las propuestas literarias de ParticipARTE y el Encuentro con la #BlogoTSfera.
En estos 2 días, bajo el lema del Congreso, tendremos 2 ponencias marco más. Una a cargo de Christian Felber, iniciador de la “Economía del Bien Común”. Y otra de Sami Naïr, político y pensador francés de origen argelino, especialista en cuestiones de inmigración.
A esto, hay que sumar el verdadero grueso de este XIII Congreso de Trabajo Social: las más de 25 mesas de comunicaciones. Sin olvidarnos de las 11 mesas de debate, los 5 talleres, un buen puñado de encuentros, la presentación de los pósteres y de las propuestas de ParticipARTE. Y, por supuesto, muchos muchos momentos para conectar entre las personas, que es lo que más se recuerda de estos eventos tan intensos.
[Fotos del post: elaboración propia]