¿Alguna vez tu jefe ha dicho eso de “estamos en el mismo barco”, pero tú sientes que eres el único que te estás hundiendo? Esta pregunta es la que guía y resumen la obra de Teatro Foro “En el mismo barco”, del Grupo de Teatro del Oprimido La Trinchera. Una obra creada para reflexionar colectivamente sobre la precariedad laboral.
Poniendo en contexto…
El pasado mes de enero fui a ver este Teatro Foro en el CCIC La Tortuga. Este centro de creación e investigación cultural (del que os hablé de él hace cosa de un año) acoge, una vez al mes esta obra, con el fin de trabajar de manera continúa sobre el tema planteado, buscando repensar y seguir investigando sobre esta realidad.
Por otra parte, contaros que, uno de los motivos por los que fui a verla, es porque conozco a la mayoría integrantes del G.T.O. La Trinchera. De hecho, el grupo surgió de la iniciativa de Vanesa Camarda (mi principal formadora en Teatro del Oprimido), que lanzó la propuesta de hacer acciones y obras a la gente que había asistido a sus talleres.
Con todo esto, me ha resultado oportuno compartir y hablaros de ella porque no es muy común poder ver obras de este tipo. No suele haber una programación estable, ya que es un formato poco conocido y que cuesta encajar en los teatros más «convencionales». Además, en varias ocasiones, hay gente que me pregunta si conozco se haga alguna para poder verla. Sobre todo gente interesada en aprender, porque yo defiendo que viéndolo se aprende mucho en qué consiste el Teatro Foro.
Conociendo más al G.T.O. La Trinchera y su Teatro Foro
Para conocerles más (y esta obra de Teatro Foro) he querido invitar al propio grupo que nos contase:
G.T.O. La Trinchera comenzó de un modo casual, sin un objetivo concreto, pero con un denominador común. Ana, Esmeralda, Amadeo, Raquel, Eva e Inma, fueron, cada una en su momento, alumnas y alumno de Vanesa, séptima componente de la compañía. Vanesa, desde su llegada a España de su Argentina natal, impartió en diferentes espacios artísticos de Madrid clases y talleres de Teatro de las Oprimidas y los Oprimidos. En estos espacios fue donde se conocieron todas las personas que forman La Trinchera.
Un día, sin más, Vanesa propuso a varios de sus antiguas alumnas y alumnos, juntarse para descubrir cuántas ganas teníamos de hacer algo más, algo distinto. De ahí surgió La Trinchera, que por entonces no tenía ni nombre, ni falta que le hacía.
La primera propuesta planteada fue la primera en arrancar. Raquel y Vanesa, como buenas artistas, compaginaban tiempo atrás sus respectivos proyectos teatrales con un trabajo de camarera en cierto local de la Calle Gran Vía de Madrid, que para los curiosos y curiosas qué quieran saber cuál es, pueden acudir a ver el foro «Todos en el mismo barco».
Esta obra de teatro en formato de Teatro Foro, se construyó en base a las experiencias que todas las personas hemos acumulado a lo largo de los años trabajando en situaciones de opresión laboral.
De ahí que «Todos en el mismo barco» sea una obra muy especial. Primera obra del G.T.O La Trinchera, nombre que fue escogido en un grato momento de feliz inspiración antes de mostrarla por primera vez. Sirvió para definir al grupo, marcando claramente que como compañía, además de crear construcciones artísticas, quería tener un claro componente de denuncia social. Crear un proceso de aprendizaje, del que todo el mundo podía formar parte, tanto la compañía, sus componentes, como todo el público que quiera vivenciar este proceso. Y descubrir así qué opresiones vivimos en el día a día, en nuestros trabajos, con nuestras parejas y familia y con la sociedad en general.
Y es que ésta es una las principales características del G.T.O. La Trinchera, de “Todos en el mismo barco” y del Teatro de las Oprimidas y los Oprimidos en general. Es vivir el proceso, el ser conscientes que de forma normalizada y socialmente aceptada, convivimos con una serie de opresiones impuestas con mayor o menor sutileza, pero que influyen, y más de los que somos conscientes, en nuestro día a día. Es hablar de desigualdad, de injusticia, de machismo y micromachismo, del amor romántico y de soberanía popular. Entre un sinfín más de cosas.
La Trinchera está abierta. Quien quiera puede meterse en ella, refugiarse el tiempo que necesite, recobrar fuerzas y pensar en cuánto ha durado ya la contienda y cómo queremos seguir librándola. Pero ésta es una lucha en la que el amor, el arte y el respeto a las personas deben prevalecer sobre el ruido, las frustraciones del día a día y las ganas de tirar la toalla. La Trinchera es un surco en la tierra, que deja visibles las raíces del suelo sobre el que caminamos, descubriendo cuáles están podridas, pese a que el árbol puede seguir vivo y en continuo crecimiento. Es ver la vida de una forma radical, como se entiende según la segunda acepción de esta palabra, entendiendo qué es lo que afecta a la parte fundamental de lo vivimos, y comprendiéndolo de una manera total y completa.
La Trinchera la cavamos todos y todas, sin saber exactamente a dónde nos puede llevar su recorrido sinuoso. Por eso invita a levantarse, coger la pala de la palabra, arrancar un terruño de tierra y disfrutar del esfuerzo que conlleva, parándose a descansar cuando es necesario y sacar fuerzas de flaqueza cunado sentimos que ya no podemos más.
Mi opinión es…
Respecto al Teatro Foro, la cuestión que lanzo al comienzo del post es la que más se me quedó marcada. Pensé en todos esos momentos en los que, en un trabajo, en un proyecto colectivo, se utiliza la expresión de «ir en el mismo barco», pero, en ciertas ocasiones, parece que tú te hundes y el resto se salvan.
Que me dejase pensando en ello me parece la mejor señal de un buen foro, puesto que me ha hecho reflexionar y tener presente esta cuestión. Además, por supuesto, también hubo otra serie de aspectos que aparecen en la obra, como el machismo en el trabajo, los pormenores de la lucha colectiva o la presión social y familiar en cuanto a la situación laboral.
Desde el plano más artístico, la historia construida me pareció muy acertada, con escenas de diversos momentos concretos que permitían entender el total sin necesidad de contar todo. Además, muy con la esencia del Teatro Social tal y como yo lo entiendo, creando sin necesidad de grandes recursos, jugando a completar los escenarios desde la imaginación con tan solo algunos elementos y objetos «mágicos».
Y hasta aquí puedo leer. No quiero desvelar mucho más. Porque las alternativas o soluciones que surgieron cuando yo fui no tienen porque repetirse. Lo interesante en un Teatro Foro es acudir como público, verlo y participar. Y eso es lo que os quiero invitar. A que os paséis a disfrutarla en vivo y en directo alguna vez. Normalmente la realizan el tercer domingo de mes, a las 20:00 h. Pero este mes de febrero (por ser el aniversario del espacio) la cita será este viernes 19 de febrero, a las 22:00 h. Como siempre, en La Tortuga Lavapiés.