Lo reconozco, no soy muy amigo de las celebraciones en estas fechas. No me generan esa ilusión y alegría que a mucha gente le surge. Para mí son casi como unos días más, uno días en los que si acaso, lo único diferente, es que en mi casa se saca la vajilla y cubertería “de gala” para hacer algo diferente la cena en el día de hoy o de Nochevieja. Pero sí hay algo que me motiva es descubrir las historias y orígenes de donde surgen algunas tradiciones. En general, a mi curiosidad le encanta alimentarse de este tipo cosas y, por supuesto, no desaprovecho la oportunidad de alimentarla.
Por supuesto, es posible que nos encontremos con multitud de visiones en algunos casos, sobre todo las de corte religioso (y sino que se lo digan al buey y la mula, que los quito de un plumazo del Belén el mismísimo Benedicto XVI). Pero las fiestas de corte pagano, que no están bajo la influencia de religiones, tienen historias más concretas que se pueden conocer. Por ejemplo, que Papa Noel surge de la leyenda de San Nicolás o que la decoración del Árbol rinde culto a la Diosa y Dios Astado.
Como dije al principio, me motiva conocer los orígenes, los porqués de estas tradiciones. Y actualmente más que nunca lo considero importante, ya que la influencia de los valores capitalistas, extendidos gracias al marketing feroz y sin escrúpulos (lo que llamamos consumismo), ha hecho que vayamos olvidando el origen, los significados y los valores más arraigados a la tradición en sus inicios. Ahora, de hecho, es casi imposible pensar en la Navidad sin la acción de comprar regalos, hasta tal punto de que condiciona como se educa a los hijos (quién no ha escuchado alguna vez, acercándose estas fechas, la frase de: “pórtate bien que sino los Reyes Magos/Papa Noel no te traerá regalos”).
En conclusión, que poco a poco, en esta festividad (como tantas otras fecha a lo largo del año), ha ido ganando peso el “Dios Dinero” haciendo cada vez más materialistas las tradiciones. Y si, las tradiciones son como los cuentos, que van cambiando a lo largo de la historia, pero considero indispensable no olvidarse de los orígenes (y transmitirlos de generación en generación) puesto que en ellos están aspectos muy importantes que nos hacen entender como hemos llegado hasta aquí y enseñanzas muy valiosas para nuestra vida.
P.D. Modificado 14:19 h. > Interesante artículo en Boolino sobre la tradición popular en Navidad, donde nombran el Tió y otras tradiciones de zonas concretas similares.
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