Lo reconozco, si me preguntan sobre algo de historia del Trabajo Social no sería casi capaz de responder muchos aspectos en profundidad. ¿Cómo es esto posible si se supone que si he finalizado mis estudios tengo los conocimientos básicos y, además, habiendo finalizado recientemente la carrera? Si esta es la pregunta que os habéis hecho, quizá en las líneas que siguen encontréis algo de respuesta.
Para comenzar, mostrar mi total responsabilidad en que este hecho se haya dado. Al plantearme esta cuestión asumo, por supuesto, que podría haber puesto de mi parte varias cosas para que esto no llegase a ocurrir. Pero, tampoco puedo negar que hay factores ajenos, en el proceso de aprendizaje, que han influido para que este no llegase a buen puerto.
Normalmente el aprendizaje de la historia (desde el colegio) se centra en la memorización y “aprendizaje” de hechos, fechas, personajes, teorías, etc. que han ido ocurriendo y marcando un antes y un después. Pero nos encontramos con que un exceso de memorización, que además es evaluado mediante un examen donde contestar mal una fecha o un nombre puede significar un suspenso, lo único que genera es aversión hacia esta, en muchos casos.
Durante la carrera aprendí que existieron multitud de profesionales que hicieron un Trabajo Social excelente, que innovaron y dieron un giro a la disciplina. Algunos ejemplos (que me vienen fácilmente a la memoria) son Jane Addams, Mary Richmond o Gordon Hamilton. Podría citar sus fechas y teorías relevantes (sino bastaría con buscarlo en Internet,) pero me costaría explicar porque la Hull House de Jane Addams fue innovadora y tomo tanta importancia; o en qué consistía el análisis exhaustivo que realizó Mary Richmond y que quedó reflejado en su libro “Social Diagnosis” (conste que estos datos los he aprendido, pero, lo curioso, es que no fue en la asignatura correspondiente).
Ante esto me surgen varias preguntas ¿de qué nos sirven saber todos esos datos de manera secuencial, casi como una formula matemática, si no entendemos y comprendemos que llevó a seguir ese camino? ¿Cómo vamos a aprender del pasado si no nos hemos molestado en analizar correctamente que llevo, a tal o cual persona, a actuar de esa manera o a tomar esa decisión que cambio el destino de la historia? ¿cómo vamos a adaptar los aspectos positivos de una u otra teoría a la actualidad si no la comprendemos dentro de su contexto completo? ¿quienes somos para quitar importancia a algunos personajes que hicieron pequeñas aportaciones?
En responder a estas preguntas esta, para mí, la llave que consiga hacer que los engranajes del aprendizaje de la Historia vuelvan a funcionar. Estas me hacen reflexionar sobre cómo, porqué y para qué quiero aprender la historia del Trabajo Social (y cualquier aspecto de la Historia). También, incluyen para mí la búsqueda de soluciones que, además, sean motivadores de cara a las nuevas generaciones.
Para acabar, una última aportación tomada del proceso de aprendizaje de historias como narrador. Lo importante para interiorizar la historia es que hemos de «visualizar» lo que estamos contando, y así podremos conseguir que otros puedan «verla».
P.D. Este post surge como reflexión a una cuestión lanzada hace unas semanas por mi tutora del Trabajo Final de Grado (Carmen Miguel Vicente), y en relación a unas palabras que dije en un evento celebrado en la UCM (desde la E.U. Trabajo Social), como homenaje al 150 aniversario del nacimiento de Mary Richmond.
Muy buena reflexión. Yo también tengo esa misma sensación después de haber finalizado mis estudios.
A mi también me gustaría saber porque nadie habla de Michael White en los contenidos de la historia del trabajo social ya que aunque es un autor reciente realizó importantes aportaciones.
Si me tocas la Historia vengo como un rayo… (para bien) Me apasiona la historia e, incomprensiblemente, no sabría ubicar muchos de los acontecimientos cronológicamente, ni siquiera dar detalles de los mismos, porque lo verdaderamente importante para mí es qué se hizo con aquellos acontecimientos, cómo afectó al resto de las personas o cómo cambió sus vidas. Y sobre todo, qué podemos aprender de aquello. No le encuentro lógica a memorizar fechas y nombres de personajes relevantes, son datos que mi memoria utiliza, pero que descarta traer al consciente. La lógica la encuentro en saber qué pasó cuando tal personaje… LEER MÁS >