¿Fue la huelga general del #14N un éxito? Parece que, en general, hay un síntoma de haber sido una día de lucha que tendrá importancia. Incluso el PP ha aceptado que hay una multitud descontenta. Aunque, por otra parte, también hay una guerra de datos de seguimiento, de caída del consumo energético, de personas manifestándose… entre todos los bandos, siempre acompasados a bombo y platillo por los medios afines a cada cual.
Yendo por partes, es cierto que este día ha sido uno para marcar en el calendario de la lucha social. Quizá ha marcado un antes y un después en lo que a reivindicación y cohesión se refiere. Si bien es cierto que se defendían los derechos del trabajo (una huelga general, principalmente, defiende eso) ayer estuvieron muy presentes, con mucha importancia, luchas de derechos sociales. Ejemplos claros fueron los piquetes de estudiantes y jóvenes, la concentración del sector de la intervención social y la lucha por la sanidad (sobre todo en el caso de Madrid).
Con esto, considero importante reflexionar sobre algunos datos utilizados para valorar este éxito. En primer término, el dato referido a gente que hizo huelga y gente que acudió a las manifestaciones. Digo esto porque hay que diferenciar claramente que no es lo mismo hacer huelga (el acto de no acudir a trabajar) que apoyar la huelga. Quizá había ayer multitud de personas que estaban en este segundo caso y no en el primero. Como ejemplo podría valerse de una persona parada que, al no trabajar, no puede hacer huelga pero sí que la apoya. Este apoyo quizá se puede visualizar claramente con los datos de las manifestaciones. Porque estas fueron multitudinarias en general, eso no se discute, pero sería interesante saber si muchos de los asistentes fueron personas que habían hecho la huelga como tal, ya que, por el horario de esta, era fácil que pudieran asistir personas que hubiesen acudido a su puesto de trabajo por la mañana.
Llegados a este punto me cuestiono el dato del seguimiento de huelga (gente que no acude a su trabajo). Siempre me ha llamado la atención en que datos se basan para valorarlo (sobre todo el consumo eléctrico). Pueden ser muy válidos, pero, para mí, habría que tener en cuenta un factor importante, el sector en el que se basan. Y es que, en la mayoría de los casos, se habla de seguimiento o bajada del consumo energético en base al sector industrial. Aquí, efectivamente pueden darse datos altos de seguimiento de huelga y descenso de producción (lo que conlleva en energía). Pero ¿que pasa con otros sectores, sobre todo el sector servicios asociado al consumo, principal motor del sistema ecónomico actual?
Creo que, si tenemos en consideración la fuerza de este último sector en el modelo económico y social imperante (sobre todo en España), ahí los datos de seguimiento caen. Quizá en lo relacionado con trasporte no mucho, pero si en trabajos relacionados con el comercio puro y duro, como en un mercado, tienda de ropa u hostelería. Y es que (yo mismo pude comprobarlo) la mayoría de estos lugares permanecieron abiertos durante el día de ayer. Esto, por supuesto, teniendo en cuenta la gran cantidad de comercios que pertenecen a autónomos (aunque tengan trabajadores asalariados), ese gran sector que está en el limbo entre ser empresario y ser trabajador. Ese gran sector que, a mi parecer, por este mismo motivo, más cuesta convencer de que secunden la huelga.
En base a esto, me cuestiono que se podría hacer para paliar ese escaso seguimiento y esa dificultad de convencer a ese sector laboral. Y aquí es donde tiene cabida una acción paralela a la huelga de trabajo, que ayer cobró importancia y estuvo bastante presente: la huelga de consumo. Esta acción puede ser un gran varapalo para el sistema, porque, por una parte, se demostraría el poder del pueblo sobre el mercado y, por otra, podría generar temor ante la posibilidad de que continuase (con las consecuencias que esto conllevaría). Haciendo un símil, el dato de reducción de consumo de productos sería como la reducción de consumo energético, pero en el sector servicios.
Como conclusión, considero el #14N como un éxito por el numeroso apoyo que tuvo (cada vez más gente cree que es necesaria) y sobre todo que esa sensación se tuvo a pie de calle. Pero no debemos olvidar que, quizá, dentro del sistema económico y social en el que nos encontramos hemos de mejorar la acción en sí misma para que sea más eficaz y eficiente, sin olvidarnos de que la lucha ha de ser continua. Porque así será como consigamos cambiar este sistema que tanto nos descontenta, responsabilizándonos cada día de nuestro poder como ciudadanos para potenciar el poder del pueblo.