Un proyecto de emprendimiento social que rompe las fronteras para acercarnos. Que nos lleva a conocer otras realidades, a la par que nos adentramos en otra cultura. Que nos permite ampliar los propios horizontes, a través de una experiencia que nutre lo personal y lo profesional. Todo esto considero que es el proyecto «Voluntariado en Marruecos», nacido a mediados del 2018.
Una nueva entrevista a un proyecto de emprendimiento social
Comentaba hace unos meses, cuando mi blog cumplió 6 años, que andaba falto de ideas para el blog. Que me costaba sacar temas interesantes sobre que publicar. Pero siempre hay un tipo de post que es factible en cuanto veo una oportunidad interesante.
Ese tipo de post que me refiero son los de entrevista. A profesionales y proyectos emprendedores del Trabajo Social. Ya son unos cuantos que han pasado por aquí. Pero hay muchos más por descubrir. Sobre todo porque van surgiendo nuevos cada cierto tiempo.
Este es el caso del proyecto al que doy un espacio hoy aquí. El año pasado, a mediados de año, nació un proyecto de emprendimiento social por una trabajadora social de Madrid. Pero que se desarrolla en Marruecos.
¿Cómo conocí «Voluntariado En Marruecos»?
El proyecto del que os hablo es «Voluntariado en Marruecos». Al frente de él esta Diana Martínez, trabajadora social graduada en la Universidad Complutense de Madrid y master en Cooperación Internacional, junto a Soufiane Tahiri, diplomado en hostelería y turismo, con experiencia como guía turístico y en la gestión de programas de voluntariado internacional.
Con Diana coincidí en la universidad. Ella es de una promoción posterior a la mía. Pero el ser estudiantes bastante activos fuera de las aulas, nos llevó a conocernos y charlar detenidamente en múltiples ocasiones. Después de los años universitarios, mantuvimos el contacto y nos seguíamos los pasos. Incluso en una ocasión hasta estuve contando cuentos en un restaurante y tienda de comercio justo con el que ella colaboraba.
Así hasta que el año pasado me contó que se marchaba a Marruecos, explicándome su proyecto de emprendimiento social. Aquel día le dije que le haría una entrevista para el blog. Pues esa entrevista ha llegado. Y ya os dejo con ella.
Pasemos a la entrevista
Primero de todo, háblanos de los inicios del proyecto. ¿Cómo surgió? ¿Qué ideas había detrás?
Había participado ya en diferentes tipos de viajes a Marruecos y mi compañero Soufiane, que es marroquí, había gestionado programas de voluntariado en el Atlas, otra parte del país. Cuando yo vine a vivir a Tetuán decidimos iniciar el proyecto aquí, viendo que apenas había iniciativas para hacer voluntariado en el norte de Marruecos. La idea básica fue y sigue siendo ayudar a ONG locales que tengan alguna necesidad de apoyo, de tipo formativo o de tipo logístico. Y a la vez ofrecer a los voluntarios y voluntarias una experiencia de intercambio alineada con la sensibilización.
Y después, ¿cuáles fueron los primeros pasos para hacer realidad la idea?
Sencillamente, unimos nuestras experiencias y formación. Soufiane y yo llevábamos un tiempo madurando la idea. Hasta que en verano del 2018, Soufiane decidió venir a vivir a Tetuán. Y nos dijimos: “¡es el momento!”. Comenzamos por visitar ONG que ya conocía y con las que llevaba años en contacto, para proponerles una colaboración. Elegimos dos por ser las que hemos valorado que podremos apoyar mejor, de acuerdo a sus necesidades y al tipo de proyecto que tenemos entre manos. A la hora de seleccionar el área de trabajo de las ONG, también pesó mi experiencia profesional con los colectivos de discapacidad, infancia y mujeres.
Los meses de verano estuvimos planificando cada detalle, elegimos el Riad Darna como alojamiento por su carácter tradicional. Pero también por su comodidad y buen servicio. Se trata de otro proyecto joven que ha puesto mucho empeño para fomentar el turismo en la zona. Porque Tetuán es una perla desconocida en los circuitos habituales y tiene mucho que ofrecer. De hecho su medina es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Cuando ya teníamos varias ONG localizadas, analizadas las necesidades y lo que podríamos ofrecer, creamos la web. Fue toda una aventura montarla. En ese momento aprendimos que cuando emprendes tienes que saber un poquito de todo, aunque no sea tu especialidad. Hemos hecho todo nosotros, con el apoyo de un equipo de colaboradores que nos acompañan desde el principio.
Tras crear la web y el Facebook, empezaron a llegar mensajes. La iniciativa tuvo muy buena acogida. Y pudimos arrancar el proyecto como estaba previsto, en Navidad.
Ahora, resúmenos en unas líneas que labor hacéis y como trabajáis.
Desarrollamos un programa de voluntariado en Tetuán, al norte de Marruecos. Apoyamos a dos ONG locales, la Asociación Nour de Parálisis Cerebral del Norte de Marruecos y la Asociación Youssofia de apoyo a personas con discapacidad física.
Las actividades de voluntariado varían en función de las necesidades puntuales de las ONG locales y de los perfiles de los voluntarios. El repertorio es amplio: construcción de juegos lúdicos y terapéuticos, terapia directa, acondicionamiento de espacios, formación en técnicas de trabajo con niños con discapacidad, enseñanza de idiomas, actividades con las familias, etc. Algunas de ellas puede realizarlas cualquier persona (siempre mayores de 18 años). Y otras requieren una formación y especialización.
Los voluntarios vienen a Marruecos con el programa organizado: alojamiento, traslados al aeropuerto, manutención y un programa formativo. Esto último incluye: coloquios sobre la vida en Marruecos (derechos, educación, religión, arte, geografía, historia…), clases de árabe dialectal, introducción a la cooperación internacional al desarrollo, y otros temas relacionados.
Todo esto es para que en los días que comparten, puedan empaparse de la cultura marroquí. Conocer de primera mano la realidad social de las familias y tener una experiencia enriquecedora. Pero a la vez poner sus conocimientos y experiencia al servicio de las ONG locales. Normalmente, entre semana se acude a la ONG a colaborar en diversas actividades, y por la tarde se desarrolla el programa formativo. Los fines de semana nos vamos de excursión a Chefchauen, Tánger, Assilah… en función del tiempo disponible. Y realizamos otras actividades como la asistencia a conciertos o los baños árabes tradicionales (hammam).
Cuándo lo conocí, pensé que ya había proyectos similares. Por eso me gustaría saber, ¿Cuáles son los puntos fuertes? ¿Qué lo diferencia de los demás?
Primero de todo, cabe decir que se puede asimilar a un campamento para mayores de 18 años. Como aquellos campamentos que íbamos de pequeños, pero en condiciones más cómodas, y con una doble función. Por un lado, apoyar a las ONG locales desde la experiencia y la formación de cada uno. Y, simultáneamente, llevarnos una experiencia que permita un cierto desarrollo personal y profesional, al estar en contacto con otra cultura.
Partiendo de esto, podemos decir que el trato personalizado creo que es nuestro punto más fuerte. Les pedimos el CV, escuchamos que es lo que mejor saben hacer o con qué actividades se sienten más cómodos. Con eso ajustamos las actividades del programa a máximo. Además, les explicamos detenidamente el contexto donde van a realizar la labor. Al ser voluntariado de corta duración, queremos que en los pocos días que estás, puedas dar el máximo de ti a la ONG local. Y, a la par, sea una experiencia satisfactoria.
Quizá también hay otros puntos que consideramos nos diferencia. Principalmente el componente formativo y las condiciones de comodidad. Aunque también la zona, ya que estamos en Tetuán, al norte de Marruecos. Cuándo la mayoría de programas hemos visto que se desarrollan cerca del desierto.
En las pasadas Navidades tuvisteis vuestra primera experiencia. ¿Cuál fue el resultado? ¿Qué comentó la gente que acudió?
Llevamos a cabo los primeros programas de voluntariado en diciembre de 2018. En esa ocasión, dado el perfil de los voluntarios participantes, decidimos construir un pequeño parque infantil en el patio del colegio donde trabaja la Asociación Nour. El colegio cedió a la asociación dos aulas para niños y niñas con necesidades educativas especiales. Y la directora de la asociación estaba buscando la manera de integrar a los niños en el patio. La creación de este parque, con neumáticos reutilizados, ha permitido que los peques con y sin discapacidad se acerquen a jugar juntos.
Más allá de lo que nosotros podamos contar, nos parecen mejor las palabras que nos dejaron un par participantes:
“El riad donde hemos dormido y comido (…) es nuevo. Los monitores (…) muy pendientes de nosotros. (…). No nos ha faltado de nada en ningún momento. (…). Vaya 9 días en muy buena compañía”
“Al final yo me sentí como en casa, la verdad. Es un país maravilloso con mucho por hacer en todos los sentidos. (…).En las ONG que visitamos y con las que colaboramos me di cuenta de que, al final por muy diferentes que seamos, todos queremos lo mismo: vivir en paz y felices. Recomiendo la experiencia!”
Después de esta meta cumplida, los siguientes programas de voluntariado han servido para formar a las madres en técnicas de primeros auxilios, celebrar jornadas deportivas adaptadas y actividades lúdicas.
Para terminar, miramos al futuro ¿Cuál camino esperas que coja esté proyecto?
Si nos dejas soñar alto… Nos encantaría ayudar a las ONG a conseguir sus proyectos. Por ejemplo, a Asociación Nour a crear un centro de terapias para los niños con discapacidad. Hemos visto que sería necesario.
También, nos encantaría diversificar la oferta de programas. Por ejemplo, diseñando viajes solidarios de fin de carrera, viajes especializados (solo para trabajadores sociales, fisioterapeutas u otras profesiones afines a los colectivos de discapacidad e infancia). O colaborando con empresas para hacer programas de voluntariado corporativo. Al fin y al cabo, creemos que nuestro proyecto tiene un elevado impacto en términos de sensibilización, aparte de los apoyos directos de los voluntarios/as a las ONG locales.
Por ahora, en el medio plazo, aspiramos a consolidar la iniciativa. Poder seguir ofreciendo la oportunidad de participar cada vez a más personas para así poder seguir apoyando a las ONG locales. Estas entidades, además de recibir el trabajo voluntario, cuentan con una dotación de material gracias a cada grupo que viene. Gracias a ello pueden reforzar sus terapias con los niños y niñas con discapacidad.
Más allá de todo esto, los próximos viajes serán en marzo (del 17 al 24) y en Semana Santa (del 14 al 21 de abril). Aunque tenemos también varias convocatorias abiertas para el verano, por quincenas, que poco a poco se irán concretando y lanzando.
Gracias por tus respuestas. Un placer conocer más y mejor vuestro proyecto. Si quieres aportar algo más, este es el momento…
Pues tan solo que toda la información, el programa y las condiciones de participación están disponibles en nuestra web: www.voluntariadoenmarruecos.org. Y que si tienen cualquier pregunta o cuestión, no duden en contactarnos, porque se las resolveremos sin problema.
Cerrando… para continuar
Hasta aquí por hoy la entrevista. Y digo bien, porque hay más material con Diana. En este caso he querido pedirle dos entrevistas, en la línea que he hecho con otros profesionales del Trabajo Social que han emprendido (como Virginia, de Centro ADA).
Próximamente publicaré la segunda entrevista. En ese caso será en concreto a ella, como profesional. Para conocer más su experiencia propia emprendedora y su visión al respecto. Así que ya sabéis… ¡estad atentos!