Intervención social con infancia y cuentos es una unión que suele surgir cuando se plantean proyectos con este colectivo. En estos, a veces pasa que uno se encuentra un uso del cuento porque es “recurso fácil”, de asociación rápida con los niños. Pero, por mi experiencia, plantear una buena propuesta no resulta nada sencillo. Ahora bien, puede haber varias ideas que sirvan de guía para hacer un trabajo óptimo.
Una charla que empezó a ordenar ideas
Hace unos días me reuní con una colega monitora de tiempo libre. Ella está con un grupo scout, con los chavales de 8 a 10 años. Y estuvimos hablando sobre el tema del título del post.
Nos habíamos conocido hacía un par de años. Fue a través de la Asociación Siwa, la asociación que yo cree en la universidad para trabajar temas de arte social. Por esta razón, me había escrito unos días antes comentando que le orientarse en un asunto. Concretamente que quería trabajar con su grupo scout varios temas, utilizando los cuentos.
Nos reunimos para charlar mejor. Porque tratar ese tema por mensajes me resultaba largo y tedioso. Incluso algo lioso. Y lo curioso fue que, en aquella conversación, fui aclarando algunas ideas. Ideas relacionadas a mi método de trabajo cuando he tenido que afrontar proyectos de este tipo.
Las 7 ideas que guían mi método
BUSCA Y ESCOGE «LIBROS SOBRE» (UN TEMA), NO «LIBROS PARA»
Hay que partir de la idea que los cuentos, si hablan de algo, es de un tema: la amistad, la familia, la avaricia, el amor, la guerra… Y con esta visión será más sencillo buscar, porque realmente lo que se hace es trabajar sobre un tema.
Por contra, es habitual que en estos casos se recurra a buscar «cuentos para». Los más habituales son «las emociones» o «los valores». Y siempre digo lo mismo: todos los cuentos tienen estos aspectos, porque sino no habría historia.
Con esto de fondo, se puede afirmar que, escogiendo un «cuento sobre» siempre irán a favor de la intervención posterior. En cambio, con el «cuento para», estaremos corriendo el riesgo de condicionar. Ya que se suele partir de «tener la solución» o la «visión correcta».
PIENSA QUE LOS LIBROS «NO TIENEN EDAD», NO TE AUTOCENSURES
A veces pasa que al ver tal o cual libro le ponemos una edad. Pensamos: «este es para más mayores». O «este es muy de pequeños». Eso suele ser habitual, sobre todo, con los álbumes ilustrados. Y pasa porque este tipo de libro está especialmente asociado a «literatura infantil».
El asunto es que tenemos que ver la historia y si el tema es el que estamos buscando. A partir de ahí, ya tendremos que ver cómo contar o utilizar dicho cuento. Por ejemplo, se puede proponer una lectura grupal (cuando ya tienen esta capacidad).
LA BIBLIOTECA O LA LIBRERÍA SON EL MEJOR LUGAR PARA ENCONTRAR, NO INTERNET
Suele ocurrir que a la hora de buscar se tira del recurso que más a mano se tiene: internet. Además, esperando encontrar el libro descargable. Y no niego que se utilice. Tan solo hay que ver de qué manera.
Así, puede ser útil para buscar reseñas y recomendaciones de libros sobre el tema. Consultar blogs que hagan críticas de álbumes ilustrados. Y, a partir de ahí acudir «a la fuente», siendo esto un punto de partida para acudir a la biblioteca.
Allí podemos consultar los títulos que hemos encontrado, ver si nos gustan, si encajan totalmente con lo que queremos… Además, consultar y encontrar algunos otros títulos relacionados. Por supuesto, recomiendo pedir ayuda al personal de biblioteca, que seguro podrán guiarte.
Si todo esto no te ha servido. O no has podido consultar porque no lo tenían en catálogo, queda el recurso de acudir a la librería (aunque podría ser en paralelo o en primer lugar). Al mencionar estás me refiero a las de barrio y especializadas. Allí será casi seguro que encuentres lo que andas buscando. Sobre todo si sigues este consejo: charla con el librero/a y deja que te recomiende.
EL CUENTO ES UN DISPARADOR DE LA CONVERSACIÓN, NO TIENE LAS RESPUESTAS
Efectivamente, si nos basamos en que son «cuentos sobre», será difícil que tengan las respuestas. Ni las soluciones. Incluso aunque a veces lo pueda parecer por el final de la historia. Pero no debemos tomarla como tal.
Para mí la clave es que, tras acabar el cuento se haga un comentario abierto. O se lance una pregunta poco cerrada. De hecho, a veces hasta lo incluyo como parte del cuento si me encaja «sin calzador». Y después, dar espacio a que alguien del grupo comenté algo al respecto o responda.
Aquí cabe indicar que, en ocasiones, se hace el silencio y cuesta que la conversación arranque. No hay que agobiarse y darle espacio, sobre todo si vemos que el grupo está pensando, reflexionando. Pero puede ocurrir que no funcione. En estos casos quizá hacer otro comentario, preguntar a alguien más directamente (aquel que sepamos que habla bastante), lanzar una reflexión propia que busque interpelar…
LO IMPORTANTE ES LO QUE PIENSAN Y SIENTEN, NO LO QUE SABEN
Este aspecto sigue desde lo anterior. A veces nos preocupa enseñar «tal o cuál cosa». Podemos sentir que nuestra labor es la de aportar conocimientos. Pero siempre me recuerdo algo: saben más de lo que pueda creer. Y puedo confirmar lo que saben consultando los «programas educativos».
Así pues, para mí, lo importante es lo que piensan y sienten en relación al tema que se quiere tratar. Que experiencias relacionadas han tenido, cuáles son sus ideas al respecto y como lo viven. Considero que esto es a lo que hay que prestar atención cuando se dice eso de «hay que escuchar a la infancia». Y, a partir de ahí, escucharemos sus conclusiones o soluciones (si es que hay que generarlas).
PREGUNTA, COMENTA, TIRA DEL HILO DE LA CONVERSACIÓN, NO IMPARTAS UNA CLASE MAGISTRAL
En relación a los dos puntos anteriores, podemos afirmar cuál es nuestra labor. Está no será nunca dar una clase, enseñar unos contenidos, evaluar si se han aprendido… En definitiva, todo lo relacionado con un «programa educativo».
Al contrario, nuestro trabajo será más bien de facilitador. Porque con nuestras intervenciones lo que haremos será tirar del hilo para que unos y otros intervengan. Además, nos preocuparemos de que las diferentes voces sean escuchadas. Y que nadie se quede sin decir algo, aunque sea que está de acuerdo con otra persona.
COMPLEMENTA EL LIBRO CON OTROS RECURSOS, NO CIERRES LA PUERTA A LA CREATIVIDAD
En último lugar, es oportuno plantearnos que el libro no tiene que ser el único recurso. A veces por querer utilizar el cuento, cerramos puertas a sacar partido a otros recursos artísticos, lúdicos o participativos.
Por ello, no descartes poner un vídeo que tiene mucha relación. O realizar un juego o dinámica que estimes puede favorecer hablar del tema. Sobre todo si puede ayudar a decir lo que se piensa o siente con mayor claridad. Al fin y al cabo, la creatividad siempre será positiva porqué favorecerá alimentar la del grupo.
Unas ideas flexibles y una necesaria formación
Explicadas las 7 ideas si me gustaría comentar algo que suelo decir cuándo hago estos “listados” o “guías”. Este es mi planteamiento, el que a mí me sirve, me es útil y me ayuda para acabar haciendo un trabajo eficiente y eficaz. Pero cada cuál puede estimar oportuno modificarlas, quitando o añadiendo lo que necesite. Porque, al fin y al cabo, el buen plan siempre será el creado por uno mismo.
Diciendo esto, también se puede añadir que esta guía puede ir mutando en cada proyecto. O con el propio recorrido. Que en el futuro quizá sufra cambios. Porque, lo que realmente me resulta importante es tener una mente abierta, curiosa y creativa. Sobre todo porque esto me asegura ser capaz de adaptarme al grupo, algo necesario para que nuestra labor vaya por buen camino.
Por último, no puedo no remarcar que el cuento no es un “recurso fácil”. Que erradiquemos esa idea que une cuento e infancia como algo baladí. Más bien al contrario, puede ser una arma muy potente. Y utilizarlo sin darle el valor que se merece puede provocar que nos salga el tiro por la culata. Por ello, defiendo que resulta necesaria la formación. Porque si aprendemos más a fondo cómo funcionan los cuentos, podremos sacarles mucho mejor partido.
En sí, que es lo que se busca con este proyecto, osea la manera de implementarlo es muy buena, la relación entre los que lo llevan acabo, pero que se obtiene de este proyecto, cual es el fin, que buscan en los niños, que resultado se llevan.