Una mudanza que ha traído mi independencia… y un despacho en casa. Un cambio en mi vida personal que me trae también novedades en mi lado profesional. Un aspecto clave que puede ayudar a que lleve mejor mi proyecto emprendedor. Incluso, hasta puede que dé un impulso si consigo sacarle todo el partido que tiene.
Varias semanas de parón… por un buen motivo
De nuevo, vuelvo tras unas semanas de asueto. Pero es que una nueva situación más personal me han tenido ocupado y ha requerido casi toda mi atención (y una gran parte de mi agenda). Algo que ya mencioné al final de mi último post del año pasado. Una experiencia que, aunque sea personal, también tiene una parte profesional.
Este nuevo proyecto que ha ocupado mi arranque del 2018 es que, recientemente, me he mudado. E independizado. He cambiado la casa de mis padres para vivir con mi pareja. Quizá penséis que ya era hora. Por mi parte, decir que esto es algo que siempre había querido. Pero si antes no había ocurrido no fue por falta deseo, sino que tenía más que ver con lo económico (echad un vistazo al mercado de alquiler de Madrid y lo entenderéis).
En este aspecto, decir que emprender e independizarse son dos cosas que no casan bien de inicio. Yo siempre he reconocido que la circunstancia de vivir en casa de mis padres ayudó a ponerme en marcha. Pero hacerlo de esta manera también tiene sus desventajas, como no tener un espacio de trabajo diferenciado. Y sí, es cierto que esto se puede suplir con un Coworking (de hecho, desde el año pasado, cogí un bono en Eslab ON Coworking). Pero no siempre es posible hacer esa inversión en el arranque (como era mi caso).
Lo positivo de tener despacho en casa
Cómo decía, la nueva vida personal tiene una parte profesional. Porque la independencia ha venido con una circunstancia importante para mí emprendimiento: me he montado un despacho en casa. Ahora tengo una habitación dedicada, en exclusiva, al trabajo.
Esta nueva circunstancia es un paso al frente, porque puede traer cosas muy positivas si les saco partido. Así, a bote pronto, la energía del lugar va a facilitar la concentración. Y esto, por supuesto, repercute en ser mucho más eficaz en la gestión de tareas y el tiempo.
Por otra parte, al tener ser un espacio diferente del de descanso, se consigue separar mejor los tiempos de trabajo de los que no lo son. Vamos, que esto puede ayudar a marcarse cierto «horario laboral». Aunque, dado mi forma de trabajo (tengo mucho fuera de casa aquí o allá), mantenga cierta flexibilidad según agenda.
En última instancia, este lugar me va a permitir abrir e investigar caminos que antes no podía. Hasta el punto que sea un espacio que favorezca y fomente una mayor creatividad. Así, por ejemplo, pueda crear vídeos para contenido en redes sociales. De hecho, la disposición y «decoración» del espacio ha venido muy dictaminada por esta idea.
Un aspecto importante para emprender
Si me he decidido a compartir este hecho en el que personal y profesional se mezclan es, principalmente, porque lo considero un aspecto importante en el ámbito del emprendimiento. De hecho, la proliferación (cada vez más) de espacios de coworking tiene en esta necesidad una razón de peso.
Si bien es cierto que los este tipo de espacios cubren otros aspectos del emprendimiento y tienen una filosofía detrás, el principal motivo para aparición de los coworking fue la dificultad para tener un espacio propio de trabajo a la hora de arrancar nuevos proyectos empresariales. Así, compartir oficina (como en español podríamos definir a este movimiento), resultaba, por una parte, más accesible económicamente. Y, por otra, facilitaba separar el espacio laboral del personal.
En definitiva, que puede resultar muy cómodo eso de tirarse de la cama y tener el «puesto de trabajo». Pero, por mi experiencia con esta circunstancia y teniendo la otra posibilidad, recomendaré mil veces la segunda (lo mínimo es un espacio delimitado en otra estancia). Porque, al fin y al cabo, tener un espacio de trabajo diferenciado es un aspecto clave para hacer que tu proyecto emprendedor salga adelante y funcione. Y espero que en mi caso, así ocurra.
[Imagen destaca: basada en «Despacho con objetos decorativos». Fuente: Freepik]