Un laboratorio para trabajar las nuevas masculinidades. Un espacio solo de hombres para reflexionar sobre nuestro rol. Un lugar dónde encontrarnos para intercambiar ideas entorno a nuestra realidad social. Todo esto es «(De) Construyendo masculinidades», la nueva propuesta de Orbita Diversa.
Una nueva actividad de Órbita Diversa
«(De) Construyendo nuevas masculinidades» es una nueva propuesta que surge desde Órbita Diversa, asociación organizadora del Festival Con-Vivencias. Esta se une a otras múltiples actividades que pretenden trabajar por la transformación social en temas como el género, la identidad sexual o la interculturalidad.
Como indican en su blog, inicialmente este espacio se plantea como no mixto, solo de hombres (de cualquier orientación sexual). Aunque la idea es intercalarlo con sesiones diversas, en las que participen mujeres, así como otras sensibilidades que se encuentren en otra denominación.
Respecto a su objetivo, se pretende trabajar por generar una masculinidad diferente a la establecida. Así se reflexionará sobre las relaciones sociales desde este constructo social, buscando que sean más libres e igualitarias, sin las ataduras del sistema patriarcal en el que actualmente están enmarcadas.
Añadir que el coste para asistir a las sesiones es gratuito y, salvo excepción, se celebrarán en el Café Social Encuentros (<M> La Latina / Tirso de Molina). Además, que el espacio estará principalmente facilitado por Geraldo Portela (sociólogo experto en sexualidades) y Jorge Escobar (trabajador social y mediador intercultural). Aunque se nutrirá de los saberes y habilidades de los participantes, aprovechando para trabajar con diferentes técnicas y dinámicas.
Reflexiones sobre el proyecto
Sobre este proyecto caben algunas reflexiones. La primera, el aspecto de que sea un espacio solo de hombres (principalmente). Ante esto, la organización ya reflexionó muy oportunamente, de las que resalto unas palabras:
“La principal razón por la cual queremos segregarnos en categorías binarias que tanto estamos luchando por desmantelar no es una contradicción ni una paradoja, sino un instrumento práctico. Lamentablemente, hombres y mujeres siguen siendo socializados de maneras diferentes, atravesados por discursos socioculturales que muchas veces son la antítesis el uno del otro y que tienden a moverse en binarios opuestos…”.
En definitiva, trabajar por separado nos permitirá trabajar mejor la parte que más nos afecta. Para qué, cuándo nos juntemos, trabajemos desde una igualdad más real.
Por otra parte, reconocer la necesidad de trabajar sobre este tema. Personalmente creo que es muy oportuno tanto personal como socialmente. Porque no podemos negar nuestra educación machista y patriarcal. Pero es básico deshacerse de ella para incorporarse a la lucha de la igualdad y al movimiento feminista, sumando al empoderamiento de las mujeres. En definitiva, como bien dicen desde Órbita Diversa, nos permitirá «ir creciendo, para hacer de cada uno de sus miembros, agentes de cambio. Sino para la comunidad, si al menos en sus relaciones personales».
Partiendo de esto, podemos decir que no deja de ser un laboratorio dónde experimentar y reflexionar con posibles nuevas realidades. En definitiva, servirá para intercambiar ideas, opiniones, actitudes y experiencias sobre el proceso de socialización masculino y sus efectos sobre el mundo emocional propio y social. Y, desde ahí, imaginar otras realidades posibles, otras nuevas masculinidades.
Una última aportación personal
El pasado martes fue la primera sesión. Acudí invitado por Jorge Escobar (uno de los coordinadores) y Matteo Ricci Ugatti (miembro de Órbita Diversa). Y para abrir el camino, nos reunimos 10 hombres, un dato que me resulta más que positivo.
Otra cosa que me resultó positiva e interesante de la propuesta es que también se trabajará desde bases teóricas, plasmadas en estudios y análisis ya realizados sobre el tema. De hecho, el otro día me gustó descubrir el planteamiento de David Gilmore, para el que existen cuatro pilares de la masculinidad: Procreador, proveedor, protector y autosuficiente. O los rasgos característicos de la masculinidad que plantea Luis Bonino, en los que me llamó especialmente la atención el concepto de «protagonismo invasivo» sobre el papel del hombre en los espacios de convivencia con las mujeres.
También me gustó que, en tan solo una sesión, ya se abrió bastante el debate y la reflexión sobre varios aspectos que me resultan clave. Como si hay emociones y actitudes masculinas y femeninas. O, asumiendo esto, cuáles de las masculinas podemos considerar positivas y mantener y cuáles negativas y deberíamos erradicar o transformar.
Por último, también decir que se volcó bastante una motivación por sacar el trabajo hacía fuera. Que este espacio no se quede en algo «privado», dónde solo nos transformemos nosotros. Sino que también se busquen maneras de volcar a la sociedad las conclusiones, reflexiones y planteamientos.
Con todo esto, por la parte que me toca seguiré acudiendo siempre que pueda (agenda laboral me lo permita). Estoy seguro que me aportará personal y profesionalmente. Que es un proyecto con un largo recorrido y grandes posibilidades tanto interna como externamente. Y que permitirá concretar aspectos interesantes sobre el papel del hombre en la lucha feminista.
[Imagen destacada: foto de grupo asitente a la 1ª sesión de la actividad. Fuente: Orbita Diversa]
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