El Trabajo Social freelance es posible y compatible con unos Servicios Sociales públicos. De hecho, en plena situación actual de crisis es cuando debemos reinventarnos y buscar alternativas de desarrollo profesional. Porque debemos aprovechar todo el potencial de nuestra profesión y esto nos ayudará a empoderar la propia disciplina. Y esta es la principal premisa que tengo presente para lanzarme a esa aventura, como tengo en mente como proyecto de futuro profesional.
Hoy, como podéis leer, me lanzó a la piscina (y me mojo) con un tema que considero poco tratado y hablado dentro del Trabajo Social. O, en caso de existir algo de información sobre este tema, no está muy difundida. Así, a bote pronto, puedo hacer referencia a un post del compañero de BlogoTSfera, Sergio Siurana (si sabéis de más, ponedlas en comentarios por favor). Además, es un tema que llevaba un tiempo dándole vueltas y sobre el que me apetecía hablar.
Sectores en los que entrar y servicios a ofrecer
Primero, un par de preguntas que considero hay que hacerse para reflexionar sobre este tema: ¿en qué ámbitos o sectores puede ser factible el Trabajo Social freelance? ¿Qué servicios podemos ofrecer? Ante esto, digo que tenemos tantas puertas a las que llamar como posibilidades complementarias a lo que se ofrece desde Servicios Sociales públicos. Y, además, que debemos apostar por convertirnos en profesionales a los que llaman las entidades más que nosotros llamarlas a ellas, hacer de nosotros una marca personal.
Pongo, como ejemplo, algo que me llegó vía mail en abril (de mano de un trabajador social que participa), la creación de SAP Madrid. Desde la información que tengo, me resulta algo negativo en algunos aspectos, sobre todo porque puede ir en contra de la defensa de unos Sevicios Sociales públicos y, apoyando (sin querer, espero) la privatización de estos. Me refiero, concretamente, a los servicios de “Recursos Sociales” o al de “Coaching personal”. Aunque, por otra parte, si que creo que existen servicios que plantean que son factibles y acertados.
Este último me parece curioso porque ofrece apoyo a personas que han perdido el rumbo de su vida con un seguimiento del caso. Considero que, actualmente, en muchos casos estas personas son gente con bajos recursos económicos y no se podrían permitir pagar este servicio. A parte que, desde Servicios Sociales también existen esos seguimientos de casos, sobre todo cuando reciben algunas ayudas.
¿En que espacios podemos entrar?
En base a aceptar que existen espacios donde podemos abrir las puertas, planteo algunas de mis alternativas. Por ejemplo, el asesoramiento a grupos o comunidades para organizarse, concretamente, para crear una asociación, apoyando y asesorando en cada paso a seguir. O, incluso, formar en funcionamiento asambleario. Otro ejemplo podría ser en el asesoramiento para crear proyectos de intervención social grupal o comunitario, sobre todo en esas entidades privadas que tienen programas de Responsabilidad Social Corporativa. O, aprovechar la fuerza actual de los espacios de coworking, entrando en estos y planteando un enfoque social en los proyectos comunes que vayan surgiendo (muchos proyectos tienen un carácter grupal y/o comunitario. Además, estos espacios tienen un caracter grupal y comunitario).
Otro ámbito donde podemos entrar como freelance es en el formativo. Es cierto que, en nuestra formación, no abarcamos herramientas pedagógicas. Pero, en cierta medida, el Trabajo Social con Grupos puede aportarnos muchas ideas de por dónde pueden ir los tiros a la hora de plantear proyectos de este tipo. Aclarar que, donde veo esto posible, es en espacios de educación no formal, como por ejemplo dentro de los Colegios Profesionales, para entidades privadas o, como decía antes, grupos o comunidades con intereses concretos. Y, respecto a los temas, podemos abarcar tantos como especializaciones, conocimientos y experiencia tengamos. Por ejemplo, en mi caso tengo en mente un par de ideas relacionadas, una con el Teatro Social y otra con las habilidades para hablar en público.
Concluyendo…
En conclusión, el Trabajo Social freelance es posible, sobre todo, en la intervención grupal y comunitario en ámbitos de asesoramiento, apoyo y formación. Y que el desarrollo profesional en nuevos espacios es algo necesario y positivo para la disciplina, por sus posibilidades de ampliación de cara al futuro.
P.D. Me alegra compartir una info personal relacionada con el tema del post. Mi propuesta para el XII Congreso de Trabajo Social, “El Teatro Social como alternativa de desarrollo profesional”, ha sido aceptada en la primera fase. Ahora toca presentar la comunicación completa, y esperar que pase la segunda fase. Cuando tenga algo, plasmaré un resumen aquí. Y os daré noticias nuevas cuando lleguen.
Las ideas son muy buenas. La verdad es que en parte os envidio a los que sois creativos. Pero una cosa que veo difícil es: Si muchas veces toda la parafernalia del Trabajo Social es algo destinado a gente sin recursos, ¿cómo se paga a un profesional? El problema que tenemos hoy en día es que todo el mundo quiere que trabajemos gratis. Personalmente, trabajar gratis es algo que ya hago, pero me gustaría ganarme la vida con esto, aunque fuera con el sueldo mínimo.
Muy buena la entraga, por cierto.