¿Una trabajadora social en un reality ayuda a dar visibilidad a la profesión? ¿Eso es dar visibilidad al Trabajo Social? ¿Aprovechamos que una colega profesioal entra en un programa de este tipo para darnos a conocer? ¿Tenemos que conseguir visibilidad a costa de todo? Estas cuestiones son las que guían mis post (de pura opinión personal) de hoy.
Una trabajadora social en un reality
El otro día se movió en Facebook (en un grupo de Trabajo Social) que una trabajadora social se había presentado a Gran Hermano. Sé esto porque ella, como «slogan» para conseguir apoyos, decía que era «trabajadora social y feminista» (al menos esto se movió por redes).
Al ver esto, rápidamente pensé que no es la primera persona trabajadora social que sale en un reality. Que yo conozca, ya hubo otras 2 experiencias (de 2 personas con las que además coincidí durante la carrera, una en Tarragona y otra en la UCM). No voy a decir los nombres (quién quiera que investigue), tan solo que una ellas fue en «Adán y Eva» y la otra en «Quién quiere casarse con mi hijo».
Cuándo conocí ambos casos, sinceramente, pensé: «le pega mogollón estar en ese tipo de programas». Y esto lo digo porque tan solo por la personalidad que emanaban, se percibía que se podrían encontrar cómodos en ese «ser el centro de atención» y exponerse públicamente tanto.
¿Eso es dar visibilidad al Trabajo Social?
Partiendo de lo anterior viene algo que me parece importante para este debate. Creo que lo que les mueve a este tipo de personas a acudir a estos realitys no es su profesión, sino su persona.
Esto lo digo por algo lógico. Ese tipo de programas no van buscando un perfil profesional, sino perfiles personales. Van buscando más como es la persona en toda su amplitud (sino, simplemente ver la presentación de esta chica en la web de Telecinco). Sobre todo buscan la chicha (léase «mierdas»), dónde vean que pueden tener material para ganar audiencia a costa de lo que sea.
La audiencia en este tipo de programas no creo que le importe mucho a que se dedica la persona, porque no es lo que muestran. Lo que se ve es cómo se comporta, su actitud, su personalidad, como viste, que conflictos tiene, cómo reacciona ante ellos… Y desde ahí se van a hacer sus cábalas para “odiarla” o “quererla”.
Así pues, ¿podemos considerar que estas personas dan visibilidad al Trabajo Social? Mi respuesta es no. Sí, así de tajante. En definitiva, porque la audiencia no va a hablar de que profesión tienen. Y si lo hacen se tergiversará y llevará a otro terreno. Incluso se corre el riesgo que se haga desde la mofa y el ridículo. De hecho, creo que negar que esto va a ocurrir o plantear otros escenarios resulta casi absurdo.
¿Visibilidad a costa de todo?
Partiendo de lo anterior, me voy hacía esta otra cuestión. En mi opinión, no creo que debamos buscar visibilidad a costa de todo. No la apoyo. Porque si quiero que alguien me lidere en mi profesión, lo que debería es conocer algo de cómo es esa persona como profesional. Y hay veces que conozco gente extraordinaria, pero que no son mis referentes profesionales.
Por otra parte, considero que este tipo de visibilidad lo que nos puede provocar es otros “puntos negativos”. Incluso pasos atrás. Y luego tendríamos doble trabajo para recuperar lo perdido o paliar esos nuevos frentes de críticas.
Añado que a la inversa tampoco lo veo. No creo que debamos aprovechar la imagen de una persona en esos espacios televisivos para dar visibilidad al Trabajo Social. Es decir que si han decidido y querido participar por sus ilusiones y sueños personales, no se debería utilizar profesionalmente.
Además, voy un paso más allá. Porque no es solo esto de los reality. A veces, al ver el uso de las redes que dan colegas profesionales me pregunto si eso ayuda. Porque muestran una imagen que muchas veces me cuestiono si va en la línea de los valores de la profesión (esto me ha recordado al post de la “Estética en el Trabajo Social”). Por supuesto, asumo que mucha gente no utiliza las redes profesionalmente. Pero todos tenemos una “identidad digital”… y deja rastro.
Concluyendo
Después de lo dicho, aclarar que no critico a esta persona por querer entrar en Gran Hermano. Ni a las otras 2 experiencias que yo conozco de antes. Entiendo que realmente lo han hecho por una motivación personal. Y partiendo mi análisis y opinión desde ahí, sobra decir que pueden hacer lo que les plazca con su vida (en toda su amplitud).
Por otra parte, cabe decir algo en constructivo. Sobre todo para comparar. Por supuesto que quiero dar visibilidad al Trabajo Social en la televisión. Que considero que hay que conseguir espacios dónde se hable de la profesión con rigor o dónde nos escuchen directamente. Y digo esto pensando en las diversas apariciones en Salvados (con Gustavo García o Virginia Tovar). O las múltiples entrevistas a José Manuel Rámirez (Presidente del Observatorio Estatal para la Dependencia) en La Sexta (muchas de ellas en El Intermedio).
En definitiva, considero que la visibilidad por visibilidad no sirve de nada. Que la visibilidad debe ir acompañada de que se ponga en valor la profesión. Que la población nos conozca debe ayudar a mostrar más y mejor nuestro papel profesional. Y para conseguir esto creo que tenemos muchos otros medios. Entre ellos, como no (obvio en mi caso), siempre defenderé el uso del arte.
P.D. (Editado 16:15) Con la difusión del post, me ha llegado información de algunos casos más que desconocía. Entre ellos, me ha llamado la atención el de una concursante, trabajadora social, que llegó a ganar un reality. Aquí os dejo un par de noticias relacionadas, pues me ha parecido añaden miga para el análisis y debate sobre el tema.
[Imagen de portada: basada en «Tensed Young Man cambia canal». Fuente: Freepik]