Existen 5 elementos de la Comunicación Oral que son internos, propios, personales. Con un bueno manejo y control de estos elementos, nuestra comunicación será más eficaz y eficiente. Pero para ello se requiere aprendizaje y trabajo. Aprendizaje y trabajo que, en cada persona, seguirá un proceso diferente, adaptado a sus puntos fuertes y débiles. Y todo esto se verá volcado en la práctica, reforzando lo aprendido y el trabajo realizado.
¿Cómo he llegado a esto?
De un tiempo a esta parte, poco a poco, se ha ido formando una manera propia de entender y explicar el funcionamiento de la Comunicación Oral (en la que va incluida el hablar en público). Esto se ha producido a lo largo de mi proceso de aprendizaje y, sobre todo, trabajo. Principalmente por el hecho de buscar resolver «conflictos» que me iba encontrando cuando impartía talleres. Pero también para encontrar unas bases “teóricas” que sustentasen mi trabajo.
Decir que durante el proceso he tenido en cuenta recursos y conocimientos de mis dos vertientes: la social y la artística. Por esto, he llegado a perfilar una separación entre aspectos internos y externos que están presentes en todo acto comunicativo. En los primeros, tiene más peso el Trabajo Social, puesto que pone el foco en la persona y el desarrollo de sus habilidades. En los segundos, adquiere ya más importancia la Narración Oral y el Clown, puesto que entran en juego elementos escénicos y al oyente o público.
Desde este punto de partida, en cada aspecto también existen diferentes elementos. Así, en los aspectos internos encontramos lo que denomino como “Los 5 elementos de la Comunicación Oral”. Estos son ítems que cada persona pone en juego en el acto comunicativo, pero que no se refieren a lo relacional con el oyente, con quien escucha (lo externo).
En último lugar, explicar que si hago esta separación es por un hecho: poder enfocar mejor el aprendizaje y el trabajo. Es decir, establecer pequeñas tareas y metas para cada elemento, hace más sencillo conseguir la mejoría. O como siempre digo: esto es como aprender a conducir. Al principio tienes muchas cosas que tocar, mover, mirar… pero cuando empiezas a entender cómo funciona cada proceso, es más sencillo llegar a hacer funcionar la máquina.
Los 5 elementos internos de la comunicación oral
Una vez comentados estos aspectos previos, toca hablar detenidamente de esos elementos que están presentes en la Comunicación Oral.
MIRADA
Es el elemento de conexión con el oyente, con el público. La puerta más importante para llegar a comunicarse con la otra persona. La ventana que muestra nuestro interior. Mirar a los ojos es algo realmente complicado ya que nos expone totalmente al otro. Dos miradas encontrándose, dos puertas abiertas de par en par, conectan a ambas personas al instante. Hacen que se genere un puente de comunicación más efectivo, puesto que se muestran y tienen en cuenta las emociones.
Este elemento también incluye lo que rodea los ojos. La mirada tiene en cuenta esos músculos que también se mueven, porque también apoyan la comunicación. Sería como recortar un rectángulo con el tamaño de unas gafas. Gracias a esto podemos determinar, más claramente, que es lo que nos está transmitiendo una mirada: miedo, tristeza, sorpresa, alegría…
VOZ
Lo considero el elemento de salida, el elemento que sirve de canal para expresarse. Cuando me refiero a este elemento no lo digo tanto por las palabras (que viene después). Lo menciono desde la científico y lo no verbal de este. La voz es el sonido, las ondas que viajan por el aire y que son captadas por el oído. Esto, aunque no lo veamos, si percibimos el “dibujo” que generan (de ahí que sea no verbal).
Desde esta idea, esos sonidos son personales y modulables. Lo primero, porque cada persona tiene su tono de voz, su dicción, su acento o su ritmo natural. Lo segundo, podemos jugar con ella, con los tonos, el volumen, el ritmo o los sonidos de las letras y palabras, entre otros aspectos.
RESPIRACIÓN
Nuestra respiración es un elemento que pasa desapercibido, el elemento «invisible», por la sutileza con la que aparece. Pero puede resultar muy determinante en ocasiones. Es importante adecuar nuestro ritmo de habla con el de la respiración, en base a nuestra capacidad pulmonar (toda la caja torácica).
Así, si escuchamos a alguien que se queda sin aire al final de cada frase, quizá nos genere cierta angustia como oyentes. Incluso lo podremos asociar a que está nervioso. Y, a lo mejor, realmente no lo está. Y, por supuesto, este aspecto incide mucho en el anterior, la voz.
LENGUAJE NO VERBAL
Es el elemento «oculto», el que no vemos. Es como el código fuente de una página web o de un programa informático. Tiene un gran peso en la comunicación, a la hora de expresar lo que realmente queremos decir. Eso sí, aclarar que me refiero a la gestualidad (de manos, cuerpo y cara) y los movimientos en el espacio.
Esta siempre vamos a buscar que vaya a favor nuestra, apoyando o reforzando las palabras utilizadas, el discurso. Pero, en ocasiones, puede ir en contra. Incluso contradecir o anular lo que estamos diciendo. Ahora, también existe la posibilidad de investigar y jugar con ella (que siempre recomiendo).
ORALIDAD
El elemento más propio y personal de todos. Se refiere al lenguaje de cada persona, el vocabulario, las palabras que utiliza cuando habla. Es como el ropaje, la vestimenta de la comunicación oral. En este inciden diferentes aspectos, que se entrelazan: procedencia, educación, entorno social donde ha vivido, profesión o edad, entre otros. Por ello, es el que más nos permite adaptarnos al contexto y el oyente.
Así, por ejemplo, podemos asegurar que no tendrá la misma oralidad alguien que ha estudiado Ingeniería que Trabajo Social. O alguien de Extremadura que alguien de Cantabria. O una persona que haya vivido en Carabanchel que en el barrio de Salamanca de Madrid. Por supuesto, ni que decir tiene que no quiero decir que unos son mejores que otros, sino simplemente que cada cuál tiene la suya propia.
En el equilibrio está la virtud
Decir que el orden en el que están expuestos, para mí, es por cierta incidencia e importancia. Así, este orden se justifica de la siguiente manera:
- La mirada es primordial, puesto que aunque el resto de elementos estén muy bien trabajados, si el comunicador no mira a los ojos, llegará un momento en el que «perdamos la conexión».
- Luego la voz, puesto que todos sabemos que los discursos monótonos o monorrítmicos, nos acaban resultando aburridos, tediosos. Incluso hasta producirnos sueño.
- En tercer lugar la respiración, ya que puede convertirse en un aspecto no verbal que juegue en contra.
- Seguimos con el lenguaje no verbal, que viene a completar lo anterior, generando la «Comunicación no verbal».
- Por último, la oralidad, puesto que las palabras utilizadas son, en porcentaje, lo que menos peso tiene en el acto comunicativo. Y eso a pesar de llamarse «Comunicación Oral».
Por último, ni que decir tiene que una Comunicación Oral efectiva siempre será aquella en la que haya un buen equilibrio positivo entre todos. Hay que trabajar cada elemento, potenciándolo al máximo según las características personales. Y hay que enfocar este trabajo buscando sacar el máximo partido a los talentos y puntos fuertes que cada persona tenga, así como reforzar los puntos débiles.
Un último apunte y un último consejo
Para terminar, me resulta oportuno recordar que este es mi planteamiento desde mi propio proceso de aprendizaje y trabajo. Que, obviamente, existen otras miradas que proponen un enfoque diferente, una separación de elementos distinta. Yo simplemente (y es mucho) me decanto por esta desde la creencia que pone el foco en la persona y en la toma de conciencia. Por lo tanto, considero que son aspectos asumibles por cualquiera, porque ya los tenemos como tal. Sino, simplemente os recomiendo utilizarlos para valorar al próximo ponente que veáis y estoy seguro que la tarea será más sencilla.
Con respecto al consejo es algo que considero básico: el manejo de los elementos no se adquiere de la noche a la mañana. Primero, porque consiste en interiorizar (o naturalizar) el uso de estos, y no en mecanizar pautas o trucos (que no existen). Y, segundo, porque esto solo se consigue con práctica, práctica, practica… y después más práctica. O, como dicen en el mundo artístico y teatral, «cogiendo tablas».
[Imagen destacada: Basada en iconos View eye / Ear with sound bar / Lungs / Code signs / Message in a speech. Descargados de Flat Icon.]
gracias por compartir esta información, me fue de mucha utilidad
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