Dos caminos, supuestamente alejados, que acaban confluyendo en un Emprendimiento Social. Un proyecto emprendedor de restauración, fundado y dirigido por 2 trabajadoras sociales, para financiar un proyecto social. Unos servicios de catering para poder llevar a cabo intervención con personas sin hogar y en exclusión. Todo esto es ConCuidado, una empresa que vincula la restauración a un proyecto social.
¿Cómo conocí ConCuidado?
Así como pasó con Neurovida, otro caso más en el que todo comenzó en el pasado 6º Congreso de Trabajo Social de Madrid. Allí hubo un servicio de catering, para el momento del descanso de la mañana (justo en el instante que hicimos la acción «Susurradores Sociales»). En aquel momento, por estar realizando la dinamización, apenas me fijé en este aspecto, aunque si me percaté del nombre de la empresa (puesto que aparecía en el polo): «ConCuidado».
De aquella ocasión, el nombre me había llamado la atención, y se me quedó en la memoria. Pero de esa manera que solamente te acuerdas cuando vuelves a verlo. Y así lo comprobé un par de meses después, en un evento de Ibesco Social Care (para presentar las actividades de los 40 años de UDP).
Durante el acto les habían nombrado, diciendo que al frente de esta empresa estaban 2 trabajadoras sociales (cosa que me puso en alerta). Pero al volver a ver el mismo polo negro, con el mismo nombre, lo recordé. Entonces, termine de atar cabos sueltos y me dispuse a hablar con Ana Varón y Xiomara Barrena, las capitanas de este barco.
Conociendo a fondo este Emprendimiento Social
En la conversación quise investigar más a fondo sobre esta confluencia de proyectos, muy distantes a simple vista. Pero, con la charla, pude entender más todo lo que había detrás, el planteamiento y el objetivo. Entendí que su proyecto no era el catering como tal, sino intervenir con personas sin recurso de alojamiento. Y que lo que estábamos viendo y degustando, era el medio con el que inyectar dinero para poder llevarlo a cabo.
Pero, además, se retroalimentaba, porque esos servicios generaban oportunidades de inserción laboral a las personas con las que intervenían. Era como un ciclo de ida y vuelta en el que un proyecto nutre al otro y viceversa.
Podría contaros yo algo más. Pero, para esta ocasión, he decidido darles el espacio de «Tribuna» y que fueran ambas promotoras quienes nos contasen más detenidamente. Así que, aquí doy paso a que ellas tomen la palabra:
ConCuidado nació desde una inquietud: mejorar los servicios prestados en los Centros de Atención a Personas sin Hogar de la Campaña de Frío del Ayuntamiento de Madrid. Así, nuestro objetivo principal era poder abrir un hogar para personas en situación de calle de larga duración y/o con un perfil que no encajara en la red estable de PSH.
Para poder financiar dicho objetivo, comenzamos a realizar servicios de limpieza y restauración, finalmente centrando la atención en los servicios de catering. Eso sí, el objetivo de ConCuidado sigue siendo con las personas en exclusión social, buscando frenar, en la medida de lo posible, su deterioro y ofrecerles una alternativa de vida más saludable.
Desde este prisma, los beneficios de ConCuidado son destinados a nuestro proyecto «My First Home», alojamientos alternativos para personas sin hogar y en exclusión social. Estos alojamientos alternativos son para muchos la oportunidad de salir de una situación grave de exclusión. Nuestra intención es que los usuarios, que son para nosotras parte vital de nuestro día a día, de nuestro trabajo, de nuestra experiencia, de nuestra forma de vivir, y en definitiva, lo más importante del proyecto, puedan recibir un poquito más y mejor. Es un pequeño esfuerzo, en nuestro empeño, de que año tras año se encuentren en su hogar.
Pero este proyecto tan ambicioso no ha sido de la noche a la mañana. ConCuidado comenzó hace ya un tiempo, y tras 2 años de mucho trabajo y esfuerzo, de invertir nuestros ahorros y los de toda la familia, conseguimos los fondos para iniciar nuestro sueño.
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Así, en marzo de 2015, iniciamos las obras de nuestro primer centro. En junio de ese mismo año comenzó a funcionar nuestro segundo centro. Y el pasado mes de enero (de 2016) el tercero y último.
Todos estos centros nacen con la ilusión de contar con un espacio único hasta el momento y en el que, en colaboración con otras entidades, todas las personas en exclusión de la Comunidad de Madrid contaran con la oportunidad de tener un techo.
Resulta importante destacar que somos trabajadoras sociales y conocemos desde dentro los problemas con los que las personas sin hogar o con dificultad para acceder a él cuentan. Incluso cuando disponen de ingresos económicos y/o vivienda, ya que por tener enfermedad mental, adicciones u otro tipo de problemática, les es complicado mantenerlo.
También somos conscientes de la dificultad para los trabajadores de encontrar recursos adecuados y en los que cuenten con un control y una colaboración eficaz y han sido éstas las razones que nos animaron a crear el proyecto de «My First Home».
Con respecto a nuestra atención e intervención, sabemos que para que los usuarios estén bien atendidos y los profesionales puedan realizar correctamente su labor, estos espacios deben contar con normas flexibles, con una estrecha colaboración con los responsables de los casos y trabajar con los usuarios de una forma global.
Desde esta filosofía, queremos ser los ojos de los profesionales y apoyarles en el trabajo del día a día con los usuarios, por eso ofrecemos acompañamientos, control en la toma de medicación, trabajo de los objetivos a cumplir y todo el apoyo y colaboración que se estime conveniente.
Espero que este proyecto os resulte algo más que interesante. Primero, para contratar sus servicios en caso que estéis buscando de este tipo. Porque os aseguro que son de buena calidad. Y, además, estaréis apoyando un proyecto social.
Por otra parte, espero que también active la creatividad que todos llevamos, y nos surjan ideas que puedan cumplir algo similar a lo que consigue este caso de Emprendimiento Social. Ideas que no nos bloqueen a la hora de emprender desde el Trabajo Social, que no desechen una mirada empresarial más amplia. Porque, gracias a ello, se pueden abrir muchas vías para conseguir llegar a buen puerto nuestros proyectos sociales.