Yo no soy emprendedor, soy autónomo. Soy autónomo porque trabajo por y para mí mismo, sin jefes, por cuenta propia. Y lo seguiré siendo y no seré emprendedor (en el sentido más empresarial de la palabra) porque no quiero que el sistema político / capitalista me imponga como me he de denominar porque les interese.
Hoy toco un tema que ya pasé por él hace unos meses (un post que además ha sido de los más leídos en el primer año de blog) y vuelvo porque desde hace poco, definitivamente, me toca más de lleno. Y es que hace 1 mes exacto me di de alta como autónomo, como trabajador por cuenta propia (o freelance, por el término que utilicé en el otro post).
Un dilema con el término
Los que me seguís en redes sociales lo más probable es que ya lo supierais (los que no, pues ya lo sabéis). Respecto a la decisión, llevaba un tiempo dándole vueltas, con ganas, para poder dedicarme a cosas que realmente me gustan y motivan, contar cuentos y proyectos de Teatro Social (formación incluida). Siempre pensé también en darme de alta porque me parecía coherente hacerlo legal (para algunos soy un avis rara, pero es que critico duramente los sobres en B del PP, por ejemplo). Además, me parecía injusto con aquellas personas que realizan esta misma labor de manera legal, quitando respeto y valor a la profesión.
Lo que me resulta realmente curioso de la situación es lo que comentaba al principio. Pero, la cuestión es como me denomino: emprendedor o autónomo. En el ambiente actual, los políticos se empeñan en llamarnos emprendedores (de hecho se creó la Ley de Emprendedores) y muestran constantemente las bondades de serlo. Todo esto, en el fondo, para revestirlo de modernidad y progreso en un momento de crisis. Pero me resulta brutal que parezca la única salida. Yo, cuando tomé la decisión la situación económico-laboral actual me dio el último empujón… pero no fue el motivo. Y, porque además, la Ley realmente no es buena del todo. Tiene sus cosas positivas que pueden motivar a lanzarse a la aventura (como la «tarifa plana» de 50€), pero considero que no son las soluciones a la situación de desempleo ni las medidas que realmente debieran establecerse en este tema.
Una buena reflexión al respecto
Podría extenderme mucho más sobre esto. Pero ayer mismo, un compañero del proyecto Madrid.15M.cc, Carlos Gomariz, escribía en su muro de Facebook unas palabras que me parecieron totalmente idóneas y reflejaban mi pensamiento en torno a este tema. Así que, como otras veces, os dejo con ellas:
Esa idea absurda de que ahora todos tenemos que ser emprendedores para poder vivir miserablemente, está calando hondo y encima, como idea moderna, progre y guay.
Una sociedad sana debe intentar mantener un equilibrio en el ratio empleado/empleador de su fuerza del trabajo.
El justo reparto de la riqueza es la única forma de mantenerlo a largo plazo.
El circulo que quiere cerrar esta gentuza que tenemos fingiendo ser políticos es precisamente el del MEGA-INDIVIDUO. Tú te educas, tu inviertes en ti, tú te pagas a ti mismo, tú te administras tu jubilación, tu «seguridad social»…
Uno debe emprender en algo concreto cuando tiene pasiones o habilidades y las cultiva a lo largo del tiempo. Lo contrario lleva a la burbuja del momento y a la jungla de la práctica empresarial especulativa, como estamos comprobando en nuestros días.
La búsqueda de autoempleo sin el «Know-how» (como hacerlo) adecuado, es un suicidio empresarial y empujar a la gente en solitario, sin ayuda y sin colchón de seguridad para el trastazo en un mundo controlado por la casta, es un asesinato más de los que está practicando el estado.
No es casualidad que estas ideas nos bombardeen ahora, tras unos años en los que parecía aflorar la necesidad y las ganas de hablar de lo común. De asociarse, de colectivizar, de cooperativizar…
Ellos si saben, que solo 1 de cada 100 de nosotros conseguirá autoemplearse y sin embargo, seguirán estrechando cada día más la ventana del índice de oportunidad mientras nos cuentan milongas y siguen sembrando su mierda de positividad ciega deconstructiva
En esa sociedad futura que ya es presente, la desigualdad es la gasolina de la competitividad. Hacer fracasar a la población haciéndoles pensar que pueden solos, es el próximo objetivo para que tengamos que aceptar condiciones laborales aun peores.
Los que sí que pueden solos, son los de siempre. Obviamente, somos el tejido de un traje hecho a su medida.
Estamos jodidos
Carlos Gomariz
En resumen…
Para acabar, añado unas palabras que el mismo Carlos ha puesto en un comentario que me parece amplían y resumen todo esto: «Emprender sí. Pero muy meditado y no por supervivencia a la desesperada u obligación. Una sociedad civilizada debe perseguir ofrecer algo más que un «búscate la vida».»
[Imagen destacada: Basada en Foto archivo El Economista]
Escribí un post sobre algo similar en mi antiguo blog. Esto de emprendedor creo que más bien es una palabra que enmascara los intereses reales de esta gente. Ya que no hay trabajo, o no saben como crearlo, o no pueden crearlo, o no les da la gana, pues venga, búscate la vida y empléate a tí mismo. Pero… lo que realmente les interesa no es que seas autónomo, sino que seas empresario. Dicen emprendedor, por decir algo un poco más «suave». Pero la idea está ahí. Crea tu empresa para emplearte a tí y a unos cuantos más, así… LEER MÁS >