Unos se van y otros nos quedamos. Por mi parte, me niego a irme de España ahora mismo. Me niego a irme al extranjero a buscar oportunidades de futuro. Me niego a enmascarar de oportunidad lo que es una decisión por la fuerza. Me niego a tener que elegir entre exilio o precariedad (irme o quedarme). Me niego a dejar aquí una situación por la que creo que hay que luchar.
Recién vuelto de un par de semanas de vacaciones (ese ha sido el motivo del parón) y vuelvo a la carga. Vuelvo con un tema que me ha empezado a tocar más de lleno recientemente. Tras estar trabajando 10 meses seguidos vuelvo a quedarme en el paro. Y ahora surge la cuestión de qué hacer con mi vida profesional, con las circunstancias que tenemos de fondo en España.
Ante esta cuestión siempre está el dilema de quedarse o irse al extranjero, porque hay más oportunidades. Muchas veces te lo venden como que además aprendes otro idioma y así tienes más posibilidades de encontrar trabajo aquí, cuando vuelvas. Pero realmente nos estamos engañando. Hay mucho más detrás de una decisión de marcharse y dejar tu lugar de origen, tus raíces. Y es que como dice uno de los eslogan de Juventud Sin Futuro: «Nos nos vamos, nos echan».
Por esto y mucho más las palabras del inicio. Pero, además, saco este tema gracias a unas palabras que colgó en Facebook una colega trabajadora social, Lourdes Hernanz. Ante su situación de varios amigos y amigas que se van en un mes, plantea y refleja muy bien una cosa que yo siempre digo cuando explico porque me quedo (mi último “me niego” del primer párrafo). Así que, aquí os dejo con sus palabras:
Hoy me vuelvo a enfadar y a cansar de ésta nuestra España. Hoy, ha marchado de nuevo para Perú una de mis grandes amigas, la semana que viene otra gran amiga partirá hacia Inglaterra, dos semanas después otros dos grandes amigos para Sudáfrica; es decir, 4 despedidas en 1 mes.
Sería demasiado sencillo decir que todas estas personas se marchan para encontrar en el extranjero lo que aquí no encuentran (trabajo fundamentalmente), los proyectos migratorios son mucho más complejos y se componen de múltiples factores. En todas estas personas hay un poquito de cada cosa: oportunidades de trabajo que aquí no encuentran, cansancio de este país y de las condiciones sociales que les esperan, búsqueda de nuevos proyectos, compromiso político en zonas de conflicto y extrema precariedad con el que se sienten profundamente conectadas, ganas de desarrollarse profesionalmente, necesidad de emprender proyectos vitales propios y compartidos… El caso es que la gente se va y las que nos quedamos pensamos cuándo volverán, si podemos considerarlo exilio o no y cuál es nuestro papel aquí; por qué nosotras decidimos quedarnos y por qué no nos vamos.
Pensando en estas dos elecciones (quedarse o irse), recordaba una entrevista que hicieron el otro día a Alberto Garzón en la que le preguntaban: ¿Prefieres paro o un minijob? Garzón respondía: «Es un falso dilema, porque se han generado las condiciones para tener que elegir entre paro y precariedad». Parece que en el futuro que nos jugamos la moneda también solo tiene dos caras: exilio o precariedad. Por ahora, yo elegí quedarme y mientras permanezca aquí lucharé con otras para romper como decía Garzón, este «falso dilema», porque hay alternativa pero necesitamos luchar todas a una y con determinación.
Lourdes Hernanz
P.D. Una explicación a tanta difusión de cosas publicadas en Facebook. Lo hago porque me parecen interesantes sus palabras y que se difundan más allá de las redes sociales (no todo el mundo esta en ellas, su difusión se limita a la privacidad que tenga configurada la persona…). Para difundirlo, siempre pido permiso previo a los autores, y una vez dado hago el post, añadiendo una introducción con mis reflexiones ya que me parece interesante aportar algo propio (creo que en eso consiste un blog, no en un simple copia-pega).
Mucha suerte . Por lo que te conozco en este espacio virtual tienes muchos talentos y mucho que aportar en nuestra profesión y en tantas dimensiones donde investigas y compartes! :))
Muy triste y muy indignante…