En este contexto de crisis económica tan particular es cuando cobra más sentido defender una Renta Mínima de Inserción (o como quiera que se llame en sus diferentes modalidades en España). A esta conclusión llegó tras haber leído toda la información al respecto que ha estado a mi alcance, sobre todo la de compañeros de disciplina profesional, puesto que, en estas prestaciones, el Trabajo Social tiene mucho que decir.
Hace cosa de un mes, en el último encuentro por videoconferencia del grupo de la BlogoTSfera (definitivamente hemos llamado así al grupo de blogueros y blogueras de Trabajo Social) se decidió que, hasta la próxima reunión, el tema a tratar en nuestros blogs serían todos los relacionado con rentas mínimas o básicas.
En este campo reconozco que ando algo más pez, debido a que no he trabajado nunca en Servicios Sociales de una administración pública y solamente sé los aspectos más teóricos que pude aprender en la universidad. Es por esto que he esperado a leer todo lo que mis compañeros escribían para poder opinar y escribir. Y la mejor manera para ello me parece remitiros a sus diferentes artículos (tanto los que hablan directamente como indirectamente, desde mi criterio), mostrando lo que yo he sacado como importante de cada uno.
- ¿Hay «sobres» en Servicios Sociales? (Nacho Santás): a pesar de todos los pasos a seguir y el control para dar una prestación ecónomica, se pierde mucho dinero por el camino. Si mejoramos el sistema se podría ahorrar dinero que podría revertirse en más ayudas.
- El dilema de ejercer el control (Nacho Santás): los trabajadores/as sociales tenemos un gran poder en como se reparten las prestaciones y (como dicen en Star Wars) esto conlleva una gran responsabilidad. Por ello hemos de ser cautos y coherentes a la hora de realizar esta labor y, a la vez, reclamar que se nos escuche a la hora de legislar en este aspecto.
- Money, Money (Pedro Celiméndiz): la legislación referente a RMI no era la más correcta puesto que se basaba en un modelo de intervención más bien conductista (la prestación era, más bien, una recompensa por la inserción) hecho que en la actualidad no sirve para las nuevas situaciones de crisis económica de las personas/familias.
- Sobre la renta básica (Pedro Celiméndiz): prestaciones económicas y el empleo no aseguran mejorar la situación de exclusión social de una persona o familia.
- Hace falta una Renta Básica Social ya (Joaquín Santos): en un momento en el que conseguir empleo es muy difícil para cualquiera, resulta absurdo exigir una inserción laboral para poder recibir una prestación económica, que asegure cubrir las necesidades básicas de la persona/familia.
- ¿Cuál es la diferencia de ingresos justa? (Joaquín Santos): en un momento en el que la horquilla de diferencia de ingresos cada vez es más grande, se hacen imprescindibles prestaciones que aseguren una diferencia más justa.
- ¡No me toques la Renta Básica que me conozco! (Belén Navarro): con todo el tema de los diversos casos de corrupción que están saliendo, que haya gente que se proponga quitarlas resulta una aberración.
- Hombrecitos pequeños (Eladio Ruano): lo que puede parecer una bonita ley, con un bonito nombre y unos criterios interesantes, en la práctica no es tan correcta éticamente por las diferencias que genera entre unos y otros para recibir la prestación.
- El reparto de la tarta (Rafael Arredondo): resulta irritante escuchar a los políticos decir que no hay dinero para prestaciones sociales, pero resulta que actualmente es cuando más se cumple el dicho de «el que parte y reparte se lleva la mejor parte».
Espero que os resulte interesante leer toda esta información. Sé que es bastante información de golpe, pero os invito a que os toméis el tiempo necesario (como yo he hecho) para que acabéis sacando vuestras propias reflexiones de cada artículo y vuestra conclusión. Y la compartáis, ya que es resultado más sencillo que esperamos desde la BlogoTSfera.
P.D. Perdón por el tiempo de hastío sin escribir, pero compromisos profesionales relacionados con mi otra vertiente (la Narración Oral) me han tenido bastante ocupado. Espero recobrar el ritmo de escritura próximamente.