¿Pueden utilizarse las newsletters en Trabajo Social? ¿Puede el e-mail marketing ayudar a impulsar la Narración Oral? ¿En qué manera podría aprovechar esta herramienta en mis dos vertientes profesionales? ¿Qué estrategia seguir y que acciones llevar a cabo para que realmente merezca la pena, para que sea rentable?
Reflexionando tras realizar un curso
Hoy estoy preguntón. Bueno, más bien reflexivo. Llevo varios días con el tema. Concretamente desde el viernes pasado, que acudí a un curso básico sobre “E-mail marketing: aprende a hacer newsletters”. Era un curso impartido por Clara Ávila, persona a la que tengo el gusto de conocer payaseando (en su sentido más literal, por haber coincido en cursos de Clown) y experta en Social Media Marketing. Además, soy fiel seguidor de su blog (y su newsletter) y la considero una de mis maestras en este tema.
El curso en cuestión contaba con una parte más teórica y otra práctica. En la práctica vimos el funcionamiento de MailChimp, una plataforma para hacer envío de newsletter. Personalmente me interesaba más la parte teórica, en la que hablar y “dar respuesta” a las cuestiones planteadas al inicio. Y dentro del temario, el punto donde más podía conseguirlas fue cuando hablamos sobre la estrategia a la hora de utilizar las newsletter, diferenciando 4 fases (en la que te ubicarás según tus objetivos).
En base a esto, uno realiza acciones concretas para conseguir cumplir objetivos. Y aquí es donde me surgen algunas ideas para cada vertiente profesional (¡#OjoCuidao! no tiene porque funcionar y servir para todos los casos). En primer lugar, me centraré en como utilizar las newsletters en Trabajo Social, concretamente en iniciativas privadas (porque considero son las que más uso le pueden dar):
[01] NOTORIEDAD
Para darse a conocer, Clara comentó el caso de un acuerdo para aparecer en una newsletter que ya tenga tirón. Quizá una iniciativa privada como “Juntos Puedes” (de las que ya os hablé) podría hablar con alguna otra entidad ya asentada, que tenga un mercado de usuarios similares pero que ofrezca algo complementario, y aparecer en su newsletter para promocionarse.
[02] CONSIDERACIÓN
Aquí sí que creo hay una clave, generar contenido. Tener un blog o sección de artículos en la web, donde se va publicando habitualmente ayuda mucho. Pero, porque no, una presencia en redes sociales (evaluar cuales utilizan tus usuarios) donde ir enlazando esos artículos e ir interaccionando también puede ser útil. Y en la newsletter, por supuesto, enlazar todo esto y hacer de este un propio contenido (redactándolo como si fuera un artículo).
También, por otra parte, marcar tu especialización. En mi caso, mis artículos versan mucho sobre la unión entre artes escénicas y Trabajo Social (y sobre Teatro Social en concreto). Además, dar promoción al contenido que generas “fuera”, como un artículo en una revista o en otros blogs (esto también podría ser para la 1ª fase).
[03] CONVERSIÓN
Empezar a ofrecer ofertas a las personas suscritas en la newsletter, incluir en ella información de los servicios que presta tu entidad son cosas claves. Pero si es cierto que si tus newsletter solo hablan de eso (y en asunto es lo único que reflejas . Es casi el apartado más importante porqué puede dictaminar que se abra el mail o no) o haces envíos masivos, demasiado habituales, puedes perder toda la credibilidad y consideración ganada.
[04] FIDELIZACIÓN / PRESCRIPCIÓN
Puede parecer lo más sencillo, pero hay que saber diferenciar. Para ello se puede ofrecer descuentos especiales a los que tienen contratado algún servicio, descuentos para los familiares y/o amigos a los que te recomienden, o incluso “doble descuento” (a la persona que recomienda y al nuevo usuario). Aunque, hay que tener en cuenta que haya diferentes ofertas para los que ya son usuarios y para los que aún no lo son (en ese caso, esa oferta está en la 3ª fase).
Personalmente, estoy reflexionando y pensando acciones más encaminadas a las 2 últimas fases (aunque combinando algo la 2ª), referidas en mi caso a mis talleres de formación. Por esto hace un par de semanas me cree una cuenta de Mailchimp con la idea utilizar buenas newsletter (en el aspecto de diseño me refiero), hacer una base de datos con gente interesada y así lograr el objetivo de mayor difusión para mayor conversión (no asegura nada, pero considero aumentan las posibilidades).
Concluyo por hoy
Hasta aquí por hoy, aunque considero que es algo a lo que se le puede sacar mucho jugo y debate. Por ejemplo, me planteo si puede utilizarse y ser útil esta herramienta en ámbitos más comunes del Trabajo Social (como Servicios Sociales). También, por otra parte, me surge el dilema si haciendo esto no podemos perder algo básico del Trabajo Social, que trabajamos con personas. Dejar de verlos como usuarios y pasar a verlos como meros clientes. En definitiva, “convertirnos en capitalistas”. Pero, considero que la clave está en el enfoque que nosotros le demos y que, en todo momento, se vea que detrás de cada e-mail hay personas interesadas en trabajar y apoyar en la mejora de la vida de otras personas, que es nuestra verdadera labor diaria.
P.D. 1 Esta es la primera parte de 2 artículos sobre el tema. El próximo me centraré en mi otra vertiente profesional, la Narración Oral, para resaltar los aspectos diferentes.
P.D. 2 ¿Tienes alguna idea o aportación sobre cómo utilizar esta herramienta? ¿Conoces alguna experiencia relacionada con el Trabajo Social en la que ya se esté utilizando? Apórtalas en los comentarios.
[Imagen destacada: Basada en imagen blog Vilma Nuñez]