Cada día, una nueva aventura y algo interesante por descubrir. Cada día un reto por afrontar y nuevos aprendizajes que adquirir. Cada día, una vivencia irrepetible tal cual, una experiencia que acumular y una posible anécdota que contar. Así es el día a día de un trabajador social como yo. El día a día de un trabajador social atípico, que mucha gente diría que «no es» trabajador social.
El porqué de este post
Hoy martes 15 de marzo, tercer martes de este mes, se celebra el Día Internacional del Trabajo Social. Hoy es el día en el que los y las profesionales tenemos una oportunidad de poner en relieve, sacar a la luz, visibilizar una disciplina profesional que aún queda por dar a conocer a la sociedad.
Si bien es cierto que, debido a la crisis, el Trabajo Social ha adquirido algo más de protagonismo, también es cierto que ha sido un colectivo profesional altamente recortado fácilmente. Incluso, podríamos decir que de los primeros que desaparecían. Hasta el punto de ponerse en peligro el sistema en el que estábamos enmarcados, con la reforma de la Ley de Administración Local (que por suerte se ha paralizado su aplicación).
Pero, también hemos de reconocer que la sociedad no termina de tener claro nuestro papel. Ya es algo que he comentado más de una vez en anteriores artículos, cuando he hablado de la figura del profesional del Trabajo Social. Muchas veces, cuando preguntas a la gente que es lo que hacemos, asocian nuestra labor al Sistema Público de Servicios Sociales (abarcando su amplitud de entidades privadas subvencionadas, concertadas, etc.).
Por eso, hoy, Día Internacional del Trabajo Social, me ha apetecido contaros algo más de mi «día a día»” como trabajador social. Porque en días como hoy es cuando tenemos que compartir más que nunca cómo es nuestro trabajo, nuestra labor. Compartir todas las diferentes vertientes y posibilidades. Contar y hacer patente que el Trabajo Social es una disciplina que puede ejercerse en múltiples espacios. Y, así, también “abrir la mente” del propio colectivo hacía realidades que, quizá, no suelen prestarse atención.
¿Cómo es mi día a día?
Al inicio del post lanzaba diferentes frases, con los que podéis haceros una idea de cómo es mi día a día. Es cierto que, esta imagen que podáis tener en mente puede ser asimilable a más de un tipo de trabajador social. De hecho considero que no soy el único que se lo podría aplicar. Pero, entrando en detalles entenderéis mejor.
Por una parte, resulta necesario enmarcar mi labor en un «trabajo por proyectos». Cuando digo proyectos entran desde aquellos que tienen muy poco tiempo de ejecución como tal (a penas horas), hasta los que duran varias semanas o meses. Pero, siempre sabes cuándo van a acabar desde que los inicias. Así, cada día es un día diferente al anterior. Es raro que se repita algo como tal, salvo que tenga un proyecto que tenga una repetición semanal o similar. Pero siempre habrá algo que lo haga distinto, por el trabajo que realizo y mi manera de enfocarlo.
Teniendo esto cómo marco, a la hora de afrontar esta pregunta no puedo hacer el típico planning de horarios, porque depende de lo que toque cada día. Si es cierto que tengo ciertos planes cerrados en agenda, con un horario, pero no siempre son los mismos. Porque tan pronto hoy estoy contando cuentos en una biblioteca, como mañana realizando un taller de Teatro Social en Sevilla. Otro día dando una charla sobre Comunicación Oral en un evento de networking y al siguiente una reunión de trabajo con un posible colaborador o cliente. Y el horario de cada cosa varia, porque cada una de ellas es un “proyecto” diferente.
A todo esto hay que añadirle todo el «trabajo administrativo» de fondo, necesario para que cada proyecto salga adelante y obligatorio por ser freelance. Así, en cuanto tengo mañanas liberadas (así denomino cuando no tengo trabajo agendado), las dedico a estas tareas, como cuadrar facturas y contabilidad, contestar e-mails, elaborar y enviar propuestas, búsqueda de nuevas posibles sinergias y clientes… Incluso añado la tarea de esto que estás leyendo ahora mismo, preparar los post del blog (de hecho, lo que estas leyendo fue escrito y preparado el pasado viernes tarde, que lo tenía liberado).
Un ejemplo: mi semana por el Día Internacional del Trabajo Social
Para acabar y que se vea mejor como es mi trabajo os voy a contar como afronto yo esta celebración. Ya me pasó el año pasado que, por ser tal fecha, tuve una semana muy ajetreada. Pero este año lo es aún más.
Mi semana comenzó ayer, acudiendo a Almería. Un viaje fugaz (realizado el domingo por la tarde, debido a que tenía sesión de cuentos a primera hora de la tarde), para participar como ponente en I Jornadas de Trabajo Social de la UAL (Universidad de Almería). Allí hablé de Teatro Social y realicé un Cuento-Fórum, con el objetivo de dar a conocer esta herramienta. Y, tras la comida, vuelta de nuevo a Madrid.
Hoy, martes 15, afronto una mañana de preparación, ultimando detalles y preparando material del trabajo que llevaré a cabo mañana y pasado. Hasta la tarde, que toca participar como invitado en una Openclass sobre Teatro Social, organizada por la UNIR (teniendo comida previa con los organizadores).
El miércoles y jueves, continúa el ajetreo, con el inicio del 6º Congreso de Trabajo Social de Madrid. A este evento, organizado por el Colegio de Trabajo Social de Madrid, acudo tanto como asistente como por trabajo. Lo segundo, porque llevaré a cabo una dinamización artística junto a Laura Szwarc y Reme Toboso. Pero, si he de añadir que este tipo de eventos, cuando voy como asistente, también asumo un aspecto profesional, aprovechando para hacer networking, ampliar mi red de contactos (ese trabajo “oculto” para conseguir posibles futuros clientes o colaboradores).
Pero ahí no acabará la semana. Porque resulta que siempre me coinciden en la misma semana el Día Internacional de mis dos oficios, Trabajo Social y Narración Oral. Así, viernes, sábado y domingo estaré bastante ocupado con la celebración de las 6as Jornadas del Día Internacional de la Narración Oral (20 de marzo) que organizamos en la Asociación MANO (a la que pertenezco, y formo parte de la comisión organizadora del evento). Y esto conlleva contar en algunas sesiones, así como asistir a otras para cubrir todo lo relacionado con Redes Sociales (por ser responsable de la tarea).
Y hasta aquí os voy a contar. Porque seguro que habéis terminado de ubicar como suele ser mi día a día. Es cierto que esta es una semana especial, en la que se acumula bastante trabajo y eventos. Pero, la esencia de lo que es cada día se mantiene. Porque, cuando me levanto sé en que sitios voy a estar y que trabajos voy a hacer. Pero nunca, nunca, se realmente lo que voy a vivir. Y esto es lo que me permite que la llama de mi pasión por hacer Trabajo Social siempre, siempre, se mantenga encendida.
Excelente artículo, éxito en el emprendimiento de cada día -semana, fuerza al Trabajo Social..
Estupendo Israel! Enhorabuena por el trabajo y los pasos que das. Un abrazo. Víctor